Ciudad
del Vaticano, 11 diciembre 2013
(VIS).-Esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha
tenido lugar la presentación del Mensaje del Santo Padre para la la
47 Jornada Mundial de la Paz, que se celebra todos los años el 1 de
enero y cuyo tema es “La fraternidad, fundamento y camino para la
paz”.
El
Padre Federico Lombardi S.I. Director de la Oficina de Prensa, ha
leído el texto de introducción al documento escrito por el cardenal
Peter Kodwo Appiah Turkson, Presidente del Pontificio Consejo
Justicia y Paz, que se encuentra
todavía en Johannesburg (Sudáfrica) como enviado especial del Santo
Padre en la conmemoración y las exequias de Nelson Mandela.
También han intervenido el arzobispo Mario Toso, S.D.B.,y Vittorio
Alberti, respectivamente Secretario y Oficial del mismo dicasterio.
“La
fraternidad -escribe el purpurado- es una cualidad humana esencial ,
porque somos seres relacionales. Pero eso no hace que sea automática.
En nuestro tiempo , como el Papa emérito Benedicto XVI ha señalado,
la globalización nos acerca pero no nos hermana. La fraternidad ha
sido ignorada o pisoteada en maneras infinitas a través de la
historia e incluso hoy en día , como el mensaje de Año Nuevo deja
muy claro”.
“En
ámbito bíblico el primer crimen fue un fratricidio . Cada toma de
una vida inocente - llámese aborto, asesinato, o eutanasia; llámese
delincuencia o hambre o guerra - es, de hecho, un fratricidio ¿Cómo
podemos dejar de reconocer que somos hermanos y hermanas , ya que
todos tenemos un mismo Padre? ¿Cómo podemos dejar de reconocer que
Jesucristo, el Hijo de Dios, es nuestro hermano ? Por su Cruz y
Resurrección, reparó una humanidad rota y continuamente ofrece a
todos la promesa de la salvación”.
En
este mensaje el Santo Padre se pregunta por qué existe tal déficit
de fraternidad en el mundo actual: ¿El egoísmo nos ciega a nuestra
fraternidad fundamental? ¿El miedo y la competitividad han
envenenado nuestra incomparable dignidad como hijos e hijas de Dios y
,por lo tanto, hermanos y hermanas entre sí ?”.
Pasando
a analizar la fraternidad según el Mensaje del Papa, el cardenal
Turkson, observa que Francisco cita a sus recientes predecesores
para ampliar el significado y la relevancia de la fraternidad como
fundamento y camino hacia la paz .Por ejemplo, Pablo VI hizo
hincapié en el desarrollo integral, el beato Juan Pablo II llamó a
la paz un bien común indivisible: o es de todos, o no lo es para
ninguno y Benedicto XVI identificó la fraternidad como un requisito
previo para la lucha contra la pobreza.
Tres
días después de su elección, el Papa Francisco explicaba a los
medios de comunicación porqué había elegido ese nombre: “Para mí
-dijo entonces- Francisco de Asís, es el hombre de la pobreza , el
hombre de la paz , el hombre que ama y protege la creación” y
en su primer mensaje de Año Nuevo, el Santo Padre “habla de los
pobres, de la paz, y de la creación , bajo el título inclusivo y
significativo de fraternidad”.
Así,
en los capítulos quinto y sexto el Mensaje, trata de cómo la
economía puede aportar recursos concretos contra la pobreza y se
afirma que las relaciones fraternales pueden expresarse en
políticas sociales, en un estilo de vida más sobrio y , a nivel
macro en “un replanteamiento oportuno de nuestros modelos de
desarrollo económico" .
En
el séptimo y el octavo se apuntan directrices para reducir y
eliminar las guerras de todo tipo, así como la corrupción y el
crimen organizado. La fraternidad vence la indiferencia con la que
observamos las muchas guerras a una distancia segura y la tendencia a
deshumanizar y demonizar al enemigo. Motiva la dura labor necesaria
para alcanzar la no proliferación y el desarme, tanto de armas
nucleares como químicas , no convencionales y no tripuladas, así
como de armas de pequeño calibre. También se recuerda que, en
ámbito social, la fraternidad se resiste a la corrupción, al crimen
organizado y al tráfico de drogas , a la esclavitud , a la trata de
personas y la prostitución, y a aquellas formas de "guerra"
económica y financiera que destruyen vidas, familias y empresas.
El
capítulo noveno plantea la necesidad urgente de preservar y cultivar
la naturaleza como nuestro hogar terrenal y la fuente de todos los
bienes materiales , ahora y para las generaciones futuras. En
espíritu de fraternidad, tenemos que aprender cómo tratar el
ambiente natural como un regalo de nuestro Creador, para disfrutarlo
en común, con agradecimiento y justicia.
El
cardenal concluye recordando la figura del “gran Nelson Mandela”,
que durante los largos años de prisión resistió a la tentación
de buscar venganza y salió de la cárcel con el mensaje supremo de
la reconciliación. “Para conseguirla, la triste verdad del pasado
tenía que ser descubierta y aceptada . Sólo sobre la base de la
verdad y la reconciliación la mayoría de los sudafricanos podrían
aspirar a una vida mejor. Con su ejemplo y liderazgo , Nelson Mandela
facilitó la conversión de los corazones alejándolos del
fratricidio. El Papa Francisco persigue día tras día la conversión
de las mentes y los corazones...La fraternidad necesita ser
descubierta, sentida, anunciada y testimoniada a través del amor .
Otorgada como un regalo, solo el amor de Dios nos capacita para
aceptar nuestra fraternidad y expresarla cada vez más plenamente”.
“Mientras
nos preparamos para celebrar la Navidad intercambiando regalos entre
amigos y parientes estaría bien hacer una pausa, como Jesús
sugiere, cuando dice: “Si te acuerdas que tu hermano o hermana
tiene algo contra ti, deja tu ofrenda delante del altar y vete;
primero reconciliate con tu hermano o hermana, y después ven y
presenta tu ofrenda ". Hoy los pobres, los excluidos, los que
sufren en nuestras ciudades, en nuestros países, en nuestro mundo,
tienen "algo en contra de nosotros" . Lo que tienen “en
contra de nosotros " es nuestra falta de respeto por aquello que
más profundamente son y somos: hermanos y hermanas”.
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