Ciudad
del Vaticano, 14 noviembre 2013
(VIS).- El Papa Francisco ha visitado esta mañana al Presidente de
la República Italiana Giorgio Napolitano en el palacio del Quirinal,
donde ha llegado poco antes de las 11 después de haber atravesado en
automóvil el centro de Roma. A su llegada ha sido acogido por el
Jefe del Estado en el patio de honor del palacio, donde ha recibido
los honores militares y se han interpretado los himnos del Estado de
la Ciudad del Vaticano y de Italia. A continuación, el presidente
Napolitano ha acompañado al Papa a su biblioteca en cuya antesala le
esperaban los miembros del Gobierno. Este es el tercer encuentro
entre el Santo Padre y el Presidente: el primero fue el 19 de marzo,
día de inicio del pontificado; el segundo el pasado 8 de junio
cuando el Jefe del Estado fue al Vaticano. Hoy, el Obispo de Roma ha
devuelto esa visita.
Francisco
ha agradecido al presidente Napolitano sus numerosos gestos de
atención durante estos ocho meses de pontificado que se suman, ha
dicho, a los manifestados durante siete años a Benedicto XVI, a
quien ha recordado con afecto rememorando la visita que efectuó al
Quirinal en 2008, y que en aquella ocasión definió como el hogar
simbólico de todos los italianos.”Visitando este lugar tan
cargado de símbolos e historia -ha proseguido- quisiera llamar
idealmente a la puerta de todos los habitantes de este país , donde
se encuentran las raíces de mi familia terrenal , y ofrecer a todos
la palabra salvadora y siempre nueva del Evangelio”.
El
Papa ha mencionado los momentos claves de las relaciones entre el
Estado italiano y la Santa Sede, citando la inclusión en la
Constitución de la República del Tratado de Letrán y el Acuerdo
sobre la revisión del Concordato, del que, dentro de poco, se
cumplirán treinta años y que representan “el marco normativo
sólido para el desarrollo sereno de las relaciones entre Estado e
Iglesia en Italia; marco que refleja y apoya la colaboración diaria
en el servicio de la persona humana , en vista del bien común , en
la distinción de los respectivos papeles y ámbitos de acción.
Nuestras preocupaciones, ante muchas cuestiones son comunes y las
respuestas pueden ser convergentes . El momento actual está marcado
por la crisis económica que es difícil de superar, y , entre cuyos
efectos más dolorosos , está el de la escasez de trabajo. Es
necesario multiplicar los esfuerzos para aliviar las consecuencias, y
para captar y fortificar cualquier signo de recuperación”.
En
ese contexto, “la tarea principal de la Iglesia es dar testimonio
de la misericordia de Dios e impulsar respuestas generosas de
solidaridad para abrir un futuro de esperanza, porque allí donde la
esperanza crece, se multiplican también las energías y el
compromiso con la construcción de un orden civil y social más
humano y justo, y emerge un nuevo potencial para un desarrollo
sostenible y sano”. El Santo Padre ha recordado sus visitas
pastorales en Italia, ante todo Lampedusa donde vio de cerca “el
sufrimiento de los que a causa de la guerra o la miseria emigran en
condiciones desesperadas” y constató al mismo tiempo “la
encomiable solidaridad de los que los acogen”. Tampoco olvidó
Cagliari donde rezó ante la Virgen de Bonaria y a Asís para venerar
al patrono de Italia cuyo nombre ha tomado. “También en estos
lugares -ha afirmado- he tocado de cerca las heridas que hoy afligen
a tantas personas”.
La
familia, “fulcro de las esperanzas y las dificultades sociales”,
ha sido el último argumento del discurso del Papa que ha subrayado
cómo la Iglesia fomenta el compromiso de personas e instituciones
para apoyar a la familia, “lugar primario donde se forma y crece el
ser humano, se aprenden los valores y los ejemplos que los hacen
creíbles”. Esa institución “necesita estabilidad y
reconocimiento de los vínculos mutuos, para llevar plenamente a cabo
su tarea insustituible y cumplir su misión y, al mismo tiempo que
pone al servicio de la sociedad sus energías, pide ser apreciada ,
valorada y protegida”.
El
Obispo de Roma se ha despedido del Presidente del Estado con la
esperanza “sostenida por la oración de que Italia, parta de su
rico patrimonio de valores civiles y espirituales para encontrar de
nuevo la creatividad y la armonía necesarias para su desarrollo
armónico , para promover el bien común y la dignidad de cada
persona , y ofrecer a la comunidad internacional su contribución a
la paz y la justicia”.
Pero
antes de volver al Vaticano, el Papa ha encontrado a los trabajadores
del Quirinal que le esperaban junto a sus familias. Francisco ha
agradecido al presidente Napolitano ese momento tan familiar y a los
pequeños les ha dicho directamente que son muy importantes.
El Santo Padre, recordando que entre los empleados del Quirinal hay
personas al tanto de los problemas sociales y familiares que los
italianos quieren que conozca su presidente, les ha invitado a ser
acogedores y comprensivos con todos. “Necesitamos -ha dicho-
personas que estén comprometidas con profesionalidad y con un agudo
sentido de la humanidad y la comprensión, con una especial atención
solidaria hacia los más débiles. Os animo a no desanimaros ante los
problemas, sino a estar dispuestos a apoyaros los unos a los otros”.
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