Ciudad
del Vaticano, 21 de julio 2013 (VIS).-El Santo Padre fue ayer tarde
a la basílica romana de Santa María Mayor (una visita que no estaba
programada) a pedir a la Virgen que proteja el viaje apostólico a
Brasil, a los jóvenes que se reúnan en la Jornada Mundial de la
Juventud en Río de Janeiro y a todos los jóvenes del mundo.
El
Papa llegó a la basílica hacia las cinco menos cuarto y fue
recibido por el cardenal arcipreste Santos Abril y Castelló. Entró
por la puerta lateral al lado de la sacristía y se dirigió acto
seguido a la capilla con la imagen de la Virgen “Salus Populi
Romani”, donde estaban reunidos los canónigos del templo y la
comunidad de los padres dominicos. Francisco, que rezó en silencio
durante media hora, ofreció a Nuestra Señora un ramo de flores y
encendió un cirio con el lema de la JMJ de Río de Janeiro.
Dado
que la basílica estaba abierta al público y había numerosas
personas, el Santo Padre, se quedó un rato ante el altar mayor para
escuchar el saludo del arcipreste y dirigir unas breves palabras a
los presentes pidiéndoles que también ellos acompañasen “con la
oración, la confianza y la penitencia” su viaje a Brasil y su
encuentro con los jóvenes de todo el mundo.
La
visita duró en total poco más de una hora y a las 18.00 Francisco
estaba ya de regreso en el Vaticano.
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