CIUDAD DEL VATICANO, 6 ENE 2011 (VIS).-Después de la misa celebrada en la basílica vaticana, el Papa se asomó a la ventana de su estudio para rezar el Ángelus con miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro.
Recordando la fiesta de hoy, el Santo Padre explicó que "Epifanía quiere decir manifestación de Jesús a todas las naciones, representadas por los Magos, que llegaron a Belén desde Oriente para rendir homenaje al Rey de los Judíos, cuyo nacimiento habían conocido por la aparición de una nueva estrella en el cielo".
"La Epifanía -continuó- preanuncia la apertura universal de la Iglesia, su llamada a evangelizar a todas las gentes. Pero la Epifanía nos dice también cómo la Iglesia realiza esta misión: reflejando la luz de Cristo y anunciando su Palabra. Los cristianos están llamados a imitar el servicio que hizo la estrella para los Magos. Debemos resplandecer como hijos de la luz, para atraer a todos a la belleza del Reino de Dios".
Después del Ángelus, Benedicto XVI felicitó a "los hermanos y hermanas de las Iglesias Orientales que mañana celebran la Santa Navidad" y pidió que "la bondad de Dios, manifestada en Jesucristo, Verbo encarnado, refuerce en todos la fe, la esperanza y la caridad, y conforte a las comunidades que están atravesando dificultades".
El Papa recordó que "la Epifanía es la Jornada Misionera de los Niños, propuesta por la Obra Pontificia de la Santa Infancia. Muchos niños y chicos, organizados en las parroquias y en las escuelas, forman una red espiritual y de solidaridad para ayudar a sus coetáneos con mayores dificultades. Es muy bonito e importante -subrayó- que los niños crezcan con una mentalidad abierta al mundo, con sentimientos de amor y de fraternidad, superando el egocentrismo y el consumismo. Queridos niños y chicos, con vuestra oración y vuestro compromiso colaboráis en la misión de la Iglesia. ¡Os doy las gracias por ello y os bendigo!", concluyó.
ANG/ VIS 20110107 (340)
Recordando la fiesta de hoy, el Santo Padre explicó que "Epifanía quiere decir manifestación de Jesús a todas las naciones, representadas por los Magos, que llegaron a Belén desde Oriente para rendir homenaje al Rey de los Judíos, cuyo nacimiento habían conocido por la aparición de una nueva estrella en el cielo".
"La Epifanía -continuó- preanuncia la apertura universal de la Iglesia, su llamada a evangelizar a todas las gentes. Pero la Epifanía nos dice también cómo la Iglesia realiza esta misión: reflejando la luz de Cristo y anunciando su Palabra. Los cristianos están llamados a imitar el servicio que hizo la estrella para los Magos. Debemos resplandecer como hijos de la luz, para atraer a todos a la belleza del Reino de Dios".
Después del Ángelus, Benedicto XVI felicitó a "los hermanos y hermanas de las Iglesias Orientales que mañana celebran la Santa Navidad" y pidió que "la bondad de Dios, manifestada en Jesucristo, Verbo encarnado, refuerce en todos la fe, la esperanza y la caridad, y conforte a las comunidades que están atravesando dificultades".
El Papa recordó que "la Epifanía es la Jornada Misionera de los Niños, propuesta por la Obra Pontificia de la Santa Infancia. Muchos niños y chicos, organizados en las parroquias y en las escuelas, forman una red espiritual y de solidaridad para ayudar a sus coetáneos con mayores dificultades. Es muy bonito e importante -subrayó- que los niños crezcan con una mentalidad abierta al mundo, con sentimientos de amor y de fraternidad, superando el egocentrismo y el consumismo. Queridos niños y chicos, con vuestra oración y vuestro compromiso colaboráis en la misión de la Iglesia. ¡Os doy las gracias por ello y os bendigo!", concluyó.
ANG/ VIS 20110107 (340)
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