CIUDAD DEL VATICANO, 26 ENE 2010 (VIS).-Esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, tuvo lugar la conferencia de presentación de "Las Academias Pontificias para un nuevo humanismo cristiano. Audiencia especial del Santo Padre a las Academias Pontificias (28 enero) y sesión pública de las Academias Pontificias (27 enero).
Intervinieron en el acto el arzobispo Gianfranco Ravasi, Presidente del Pontificio Consejo de la Cultura y de la Coordinación de las Academias Pontificias y monseñor Pasquale Iacobone, oficial en el mismo dicasterio y delegado de Coordinación de las Academias Pontificias.
El Consejo de Coordinación de las Academias Pontificias fue creado por Juan Pablo II en 1995 y está formado por los presidentes de las siguientes academias: Academia de Santo Tomás de Aquino, la Academia de Teología, la Academia de la Inmaculada, la Academia Mariana Internacional, la Academia de Bellas Artes y Letras de los Virtuosos del Panteón, la Academia Romana de Arqueología y la Academia "Cultorum Martyrum".
Una vez al año se organiza una sesión pública conjunta de las Academias Pontificias sobre un tema de actualidad. La de este año, que hace el número catorce, corre a cargo de las Pontificias Academias Santo Tomás de Aquino y de Teología y está dedicada a "La formación teológica del presbítero". Durante el acto se entrega el Premio de las Academias Pontificias que el Santo Padre atribuye a jóvenes investigadores, artistas o instituciones que se hayan distinguido en la promoción del humanismo cristiano. Este año el galardonado es el teólogo americano John Mortensen, que se doctoró en 2006 en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma) con una tesis sobre "La Analogía en Santo Tomás".
En su intervención, el arzobispo Ravasi recordó que las Academias Pontificias desarrollan su actividad en tres ámbitos: teológico, recuperación de las raíces cristianas, sobre todo la de época romana y cultural.
El presidente del Pontificio Consejo de la Cultura señaló asimismo que uno de los objetivos de la sesión pública era dar a conocer la muchas veces "ignota actividad" de las Academias, a las que definió "pequeños mundos de investigación, a veces de altísima calidad". La sesión sirve también para que los trabajos de esos entes salgan de sus muros y se difundan, haciendo de ellos no solo gloriosos vestigios del pasado, sino instituciones que se confrontan con los nuevos saberes. En ese sentido, notó que la concesión del premio de este año a un laico con familia es una señal de la apertura de la investigación teológica, que no puede reservarse solamente al clero.
Por su parte, monseñor Iacobone explicó que era la primera vez que Benedicto XVI concedía audiencia a las Pontificias Academias, y recordó que los años 2009 y 2010 son muy significativos para algunas de ellas, como la Academia Romana de Arqueología, fundada hace doscientos años (1810), la de Santo Tomás de Aquino, que en 2009 celebró su 130 aniversario y la Academia Mariana Internacional, que recibió hace 50 años el título de pontificia.
OP/ACADEMIAS PONTIFICIAS/RAVASI:IACOBONE VIS 20100126 (490)
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