CIUDAD DEL VATICANO, 5 DIC 2009 (VIS).-El Papa asistió ayer por la tarde a un concierto que le ofreció en la Capilla Sixtina el presidente de la República Federal de Alemania, Horst Köhler, con motivo del 60 aniversario de la fundación de ese país y en el vigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín.
Los Augsburger Domsingknaben y la Residenz Kammerorchester de Munich, dirigidas por el maestro Reinhard Kammler ejecutaron el oratorio de Navidad BWV 248 de Johann Sebastian Bach.
El Santo Padre recordó que el Muro de Berlín fue una "frontera de muerte que durante muchos años dividió nuestra patria y separó por la fuerza a hombres, familias, vecinos y amigos. Muchas personas se dieron cuenta entonces de que los sucesos del 9 de noviembre de 1989 eran el principio inesperado de la libertad, tras una larga y sufrida noche de violencia y opresión de un régimen totalitario que conducía a un nihilismo, a un vacío de las almas".
"En la dictadura comunista no había acciones que se pudiesen considerar malas y siempre inmorales. Lo que servía a los objetivos del partido era bueno, por más inhumano que pudiera ser", afirmó.
Benedicto XVI subrayó que la actual República Federal Alemana es la prueba de que "el orden social occidental es mejor y más humanitario" y ello es gracias "a su Constitución", porque "exhorta a los seres humanos a dar prioridad, siendo responsables ante Dios Creador, a la dignidad humana, al respeto del matrimonio y la familia como fundamento de toda sociedad, así como a cuidar y respetar profundamente lo que es sagrado para los demás".
"Que los ciudadanos de Alemania -continuó-, responsables del deber expresado en la Ley Fundamental sobre la renovación espiritual y política tras el nacionalsocialismo y la Segunda Guerra Mundial, puedan continuar colaborando en la construcción de una sociedad libre y social".
El Papa puso de relieve que "la historia de la Europa del siglo XX demuestra que la responsabilidad ante Dios es muy importante para la actuación política justa. Dios congrega a los hombres en una verdadera comunión y hace entender al individuo que en la comunión con el otro está presente Uno más grande, que es la causa originaria de nuestra vida y de nuestro vivir juntos. Esto se manifiesta de modo particular, también en el misterio de la Navidad, donde Dios -terminó- se acerca a nosotros con su amor, y como Niño, exige nuestro amor".
BXVI-CONCIERTO/ALEMANIA/… VIS 20091207 (410)
Los Augsburger Domsingknaben y la Residenz Kammerorchester de Munich, dirigidas por el maestro Reinhard Kammler ejecutaron el oratorio de Navidad BWV 248 de Johann Sebastian Bach.
El Santo Padre recordó que el Muro de Berlín fue una "frontera de muerte que durante muchos años dividió nuestra patria y separó por la fuerza a hombres, familias, vecinos y amigos. Muchas personas se dieron cuenta entonces de que los sucesos del 9 de noviembre de 1989 eran el principio inesperado de la libertad, tras una larga y sufrida noche de violencia y opresión de un régimen totalitario que conducía a un nihilismo, a un vacío de las almas".
"En la dictadura comunista no había acciones que se pudiesen considerar malas y siempre inmorales. Lo que servía a los objetivos del partido era bueno, por más inhumano que pudiera ser", afirmó.
Benedicto XVI subrayó que la actual República Federal Alemana es la prueba de que "el orden social occidental es mejor y más humanitario" y ello es gracias "a su Constitución", porque "exhorta a los seres humanos a dar prioridad, siendo responsables ante Dios Creador, a la dignidad humana, al respeto del matrimonio y la familia como fundamento de toda sociedad, así como a cuidar y respetar profundamente lo que es sagrado para los demás".
"Que los ciudadanos de Alemania -continuó-, responsables del deber expresado en la Ley Fundamental sobre la renovación espiritual y política tras el nacionalsocialismo y la Segunda Guerra Mundial, puedan continuar colaborando en la construcción de una sociedad libre y social".
El Papa puso de relieve que "la historia de la Europa del siglo XX demuestra que la responsabilidad ante Dios es muy importante para la actuación política justa. Dios congrega a los hombres en una verdadera comunión y hace entender al individuo que en la comunión con el otro está presente Uno más grande, que es la causa originaria de nuestra vida y de nuestro vivir juntos. Esto se manifiesta de modo particular, también en el misterio de la Navidad, donde Dios -terminó- se acerca a nosotros con su amor, y como Niño, exige nuestro amor".
BXVI-CONCIERTO/ALEMANIA/… VIS 20091207 (410)
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