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jueves, 12 de febrero de 2009

FE, ESPERANZA Y CARIDAD: DON DE DIOS PARA LOS BAUTIZADOS


CIUDAD DEL VATICANO, 11 FEB 2009 (VIS).-En la audiencia general de hoy, celebrada en el Aula Pablo VI, el Papa comenzó un nuevo ciclo de catequesis sobre los grandes escritores de la Iglesia de Oriente y de Occidente de la Edad Media. En la catequesis de este miércoles habló sobre San Juan Clímaco, nacido hacia el 575 y fallecido después del 650.

  El Santo Padre afirmó que "Juan vivió y relató sus experiencias espirituales entre las montañas del Sinaí, donde Moisés encontró a Dios y Elías oyó su voz. (…) A los veinte años decidió vivir como eremita en una gruta a los pies del monte, en la localidad de Tola, a ocho kilómetros del actual monasterio de Santa Catalina. (…) Tras cuarenta años de vida eremita (…) fue nombrado higúmeno del gran monasterio del monte Sinaí".

  San Juan Clímaco "se hizo famoso por la obra la "Escala" (Klímax), (…) un tratado completo de vida espiritual, en la que describe el camino del monje desde la renuncia al mundo hasta la perfección del amor. Es un camino -dijo- que se desarrolla a través de treinta escalones".

  "El camino -continuó- se puede sintetizar en tres fases sucesivas: la primera se expresa en la ruptura con el mundo para volver al estado de la infancia evangélica, (…) a la verdadera infancia en sentido espiritual".

  Refiriéndose a la segunda fase, Benedicto XVI explicó que "está constituida por el combate espiritual contra las pasiones". Para Clímaco "es importante ser conscientes de que las pasiones no son malas en sí; llegan a serlo por el mal uso que hace la libertad del ser humano. Si se purifican, las pasiones abren al ser humano el camino hacia Dios con energías unificadas por la ascesis y la gracia".

  El Papa señaló que "la última fase del camino es la perfección cristiana, que se desarrolla en los siete últimos escalones de la "Escala". (…) De los tres primeros -sencillez, humildad y discernimiento-, Juan, en sintonía con los padres del desierto, considera la capacidad de discernimiento la más importante. (…) De este modo se alcanza el sosiego del alma, la "esichía", gracias a la cual el alma puede asomarse al abismo de los misterios divinos. (…) El estado de tranquilidad, de paz interior, prepara a la oración, que en Juan es doble: la "oración corpórea" y la "oración del corazón".

  "El último escalón está dedicado (…) a la fe, a la esperanza y sobre todo a la caridad. Juan habla de la caridad como del "eros" (amor humano), figura de la unión matrimonial del alma con Dios. (…) Está convencido de que una intensa experiencia de este "eros" hace progresar al alma mucho más que la dura lucha contra las pasiones, porque su potencia es grande".

  El Santo Padre se preguntó si la vida "de un hombre que vivió siempre en la montaña del Sinaí en un tiempo muy lejano -hace 1.400 años- puede ser actual. A pesar de que pudiera parecer que no, vemos que aquella vida monástica es solo un gran símbolo de la vida bautismal, de la vida cristiana".

  "Es particularmente importante que los últimos escalones sean al mismo tiempo las virtudes fundamentales: (…) la fe, la esperanza y la caridad. No son virtudes accesibles solo para los héroes morales, sino un don de Dios a todos los bautizados: en ellas crece también nuestra vida".

  Benedicto XVI subrayó que "la fe es fundamental porque esta virtud implica que renuncie a mi arrogancia, (…) a la pretensión de juzgar por mí mismo sin tener en cuenta lo que dicen los demás". Sin embargo, añadió, "hay que tener en cuenta únicamente la Escritura, la Palabra del Señor, asomarse con humildad al horizonte de la fe, para entrar así en la vastedad del mundo universal, del mundo de Dios".

  "Con la esperanza se trascienden las cosas de cada día" y de este modo "nuestra vida se engrandece y podemos soportar las fatigas y las desilusiones cotidianas, podemos ser buenos con los demás, sin esperar recompensa a cambio. Sólo si existe Dios -terminó- esta esperanza grande a la que tiendo, puedo dar pequeños pasos en mi vida y aprender así la caridad. En la caridad se esconde el misterio de la oración, del conocimiento personal de Jesús".
AG/…/SAN JUAN CLIMACO                            VIS 20090211 (700)

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