CIUDAD DEL VATICANO, 28 SEP 2008 (VIS).-Esta mañana a las 12,00 Benedicto XVI se asomó al balcón del palacio apostólico de Castelgandolfo para rezar el Ángelus con los peregrinos y fieles allí reunidos.
El Papa habló del texto evangélico que narra de dos hermanos que un padre manda a trabajar a su viña. Uno dice que sí pero luego no va, mientras el otro al principio se niega a ir para después arrepentirse e ir a trabajar. "Con esta parábola -explicó- Jesús reafirma su predilección por los pecadores que se convierten y nos enseña que hace falta humildad para acoger el don de la salvación".
Benedicto XVI afirmó que "la humildad puede considerarse el testamento espiritual" de Juan Pablo I, que murió hace hoy treinta años y eligió como lema episcopal el mismo de San Carlos Borromeo "Humilitas". "Sólo una palabra que sintetiza lo esencial de la vida cristiana e indica la virtud indispensable para los que en la Iglesia están llamados al servicio de la autoridad".
"Gracias a esa virtud bastaron 33 días para que el Papa Luciani entrase en el corazón de la gente -dijo el Santo Padre-. En sus discursos utilizaba siempre ejemplos de la vida diaria, de sus recuerdos de familia y de la sabiduría popular. Su sencillez era el vehículo de una enseñanza sólida y rica que, gracias al don de una memoria excepcional y de una vasta cultura, enriquecía con numerosas citas de escritores eclesiásticos y profanos. Fue un catequista incomparable, como lo fue san Pío X, su paisano y predecesor, primero en la cátedra de San Marcos y después en la de San Pedro".
El pontífice recordó una de las cuatro audiencias generales de Juan Pablo I, en la que pronunció la frase: "Tenemos que sentirnos pequeños ante Dios" para añadir después: "No me avergüenzo por sentirme como un niño ante su madre: uno cree en su madre; yo creo en el Señor, en lo que me ha revelado".
"Estas palabras -dijo Benedicto XVI- demuestran la hondura de su fe. Agradezcamos a Dios por haberlo dado a la Iglesia y al mundo y atesoremos su ejemplo, comprometiéndonos a cultivar su misma humildad, que lo hizo capaz de hablar a todos, especialmente a los más pequeños y a los "lejanos".
ANG/HUMILDAD/JUAN PABLO I VIS 20080929 (390)
El Papa habló del texto evangélico que narra de dos hermanos que un padre manda a trabajar a su viña. Uno dice que sí pero luego no va, mientras el otro al principio se niega a ir para después arrepentirse e ir a trabajar. "Con esta parábola -explicó- Jesús reafirma su predilección por los pecadores que se convierten y nos enseña que hace falta humildad para acoger el don de la salvación".
Benedicto XVI afirmó que "la humildad puede considerarse el testamento espiritual" de Juan Pablo I, que murió hace hoy treinta años y eligió como lema episcopal el mismo de San Carlos Borromeo "Humilitas". "Sólo una palabra que sintetiza lo esencial de la vida cristiana e indica la virtud indispensable para los que en la Iglesia están llamados al servicio de la autoridad".
"Gracias a esa virtud bastaron 33 días para que el Papa Luciani entrase en el corazón de la gente -dijo el Santo Padre-. En sus discursos utilizaba siempre ejemplos de la vida diaria, de sus recuerdos de familia y de la sabiduría popular. Su sencillez era el vehículo de una enseñanza sólida y rica que, gracias al don de una memoria excepcional y de una vasta cultura, enriquecía con numerosas citas de escritores eclesiásticos y profanos. Fue un catequista incomparable, como lo fue san Pío X, su paisano y predecesor, primero en la cátedra de San Marcos y después en la de San Pedro".
El pontífice recordó una de las cuatro audiencias generales de Juan Pablo I, en la que pronunció la frase: "Tenemos que sentirnos pequeños ante Dios" para añadir después: "No me avergüenzo por sentirme como un niño ante su madre: uno cree en su madre; yo creo en el Señor, en lo que me ha revelado".
"Estas palabras -dijo Benedicto XVI- demuestran la hondura de su fe. Agradezcamos a Dios por haberlo dado a la Iglesia y al mundo y atesoremos su ejemplo, comprometiéndonos a cultivar su misma humildad, que lo hizo capaz de hablar a todos, especialmente a los más pequeños y a los "lejanos".
ANG/HUMILDAD/JUAN PABLO I VIS 20080929 (390)
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