CIUDAD DEL VATICANO, 2 FEB 2008 (VIS).-Esta tarde, después de la celebración eucarística presidida por el cardenal Franc Rodé, C.M., prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, en la basílica vaticana, con motivo de la fiesta de la Presentación del Señor y de la XII Jornada de la Vida Consagrada, el Papa tuvo un encuentro con los religiosos y religiosas.
En su discurso, el Santo Padre afirmó que "seguir a Cristo hasta el final, como propone en Evangelio, ha constituido a lo largo de los siglos la norma última y suprema de la vida religiosa".
La misión de la vida consagrada, dijo Benedicto XVI, "es recordar que todos los cristianos están convocados por la Palabra para vivir de la Palabra y permanecer bajo su señoría. Por eso, los religiosos y religiosos tienen el deber de "mantener viva en los bautizados la conciencia de los valores fundamentales del Evangelio". De esta manera, su testimonio infunde a la Iglesia "un precioso impulso hacia una mayor coherencia evangélica", y es más, podemos decir, es una "elocuente, y a menudo silenciosa, predicación del Evangelio". En este contexto, el Papa subrayó que en sus dos encíclicas y también en otras ocasiones, había propuesto el ejemplo de santos y beatos que pertenecen a institutos de vida consagrada.
El Papa pidió a los religiosos y religiosas que llenaran su jornada "de oración, de meditación y de escucha de la Palabra de Dios" y que ayudaran a los fieles a valorizar la práctica de la "lectio divina". "Que sepáis traducir en testimonio lo que indica la Palabra, dejándoos plasmar por ella, y que como semilla recogida en terreno bueno, obtiene frutos abundantes. De este modo -terminó-, seréis siempre dóciles al Espíritu y creceréis en la unión con Dios, cultivaréis la comunión fraterna entre vosotros y estaréis dispuestos para servir generosamente a los hermanos, sobre todo a los más necesitados. Que los seres humanos puedan ver vuestras obras buenas, fruto de la Palabra de Dios que vive en vosotros, y den gloria a vuestro Padre celestial".
AC/JORNADA VIDA CONSAGRADA/... VIS 20080204 (350)
En su discurso, el Santo Padre afirmó que "seguir a Cristo hasta el final, como propone en Evangelio, ha constituido a lo largo de los siglos la norma última y suprema de la vida religiosa".
La misión de la vida consagrada, dijo Benedicto XVI, "es recordar que todos los cristianos están convocados por la Palabra para vivir de la Palabra y permanecer bajo su señoría. Por eso, los religiosos y religiosos tienen el deber de "mantener viva en los bautizados la conciencia de los valores fundamentales del Evangelio". De esta manera, su testimonio infunde a la Iglesia "un precioso impulso hacia una mayor coherencia evangélica", y es más, podemos decir, es una "elocuente, y a menudo silenciosa, predicación del Evangelio". En este contexto, el Papa subrayó que en sus dos encíclicas y también en otras ocasiones, había propuesto el ejemplo de santos y beatos que pertenecen a institutos de vida consagrada.
El Papa pidió a los religiosos y religiosas que llenaran su jornada "de oración, de meditación y de escucha de la Palabra de Dios" y que ayudaran a los fieles a valorizar la práctica de la "lectio divina". "Que sepáis traducir en testimonio lo que indica la Palabra, dejándoos plasmar por ella, y que como semilla recogida en terreno bueno, obtiene frutos abundantes. De este modo -terminó-, seréis siempre dóciles al Espíritu y creceréis en la unión con Dios, cultivaréis la comunión fraterna entre vosotros y estaréis dispuestos para servir generosamente a los hermanos, sobre todo a los más necesitados. Que los seres humanos puedan ver vuestras obras buenas, fruto de la Palabra de Dios que vive en vosotros, y den gloria a vuestro Padre celestial".
AC/JORNADA VIDA CONSAGRADA/... VIS 20080204 (350)
No hay comentarios:
Publicar un comentario