CIUDAD DEL VATICANO, 29 FEB 2008 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy a los participantes en la asamblea plenaria del Pontificio Consejo "Cor Unum", que están reflexionando sobre el tema "Las cualidades humanas y espirituales de quien trabaja en la actividad caritativa de la Iglesia".
El Papa dijo que "la actividad caritativa ocupa un lugar importante en la misión evangelizadora de la Iglesia. No debemos olvidar que las obras de caridad constituyen un terreno privilegiado de encuentro con personas que todavía no conocen a Cristo o lo conocen solo parcialmente. Por eso -afirmó-, los pastores y los responsables de la pastoral de la caridad (...) se preocupan de formar tanto desde el punto de vista humano y profesional, como teológico-espiritual y pastoral" a quienes trabajan en este ámbito.
"Quien trabaja en las múltiples formas de la actividad caritativa de la Iglesia no puede conformarse únicamente con la ayuda técnica o con resolver problemas y dificultades materiales. La ayuda que ofrece no se debe reducir nunca a un gesto filantrópico, sino que debe ser una expresión tangible del amor evangélico".
Los que trabajan en actividades caritativas, continuó, deben ser "sobre todo testigos del amor evangélico, y lo serán si el fin de su misión no es ser agentes de servicios sociales, sino anunciar el Evangelio de la caridad. Siguiendo las huellas de Cristo, están llamados a ser testigos del valor de la vida, en todas sus expresiones, defendiendo especialmente la vida de los débiles y de los enfermos, siguiendo el ejemplo de la beata Madre Teresa de Calcuta, que cuidaba de los moribundos, porque la vida no se mide a partir de su eficiencia, sino que tiene valor siempre y para todos".
Benedicto XVI señaló que los que trabajen en el sector caritativo eclesial "están llamados además a ser testigos del amor, del hecho de que somos plenamente hombres y mujeres cuando vivimos para los demás; que nadie puede morir y vivir para sí mismo"; quien trabaja en este campo, concluyó, "debe ser testigo de Dios, que es plenitud de amor e invita a amar".
AC/ACTIVIDADES CARIDAD IGLESIA/... VIS 20080229 (350)
El Papa dijo que "la actividad caritativa ocupa un lugar importante en la misión evangelizadora de la Iglesia. No debemos olvidar que las obras de caridad constituyen un terreno privilegiado de encuentro con personas que todavía no conocen a Cristo o lo conocen solo parcialmente. Por eso -afirmó-, los pastores y los responsables de la pastoral de la caridad (...) se preocupan de formar tanto desde el punto de vista humano y profesional, como teológico-espiritual y pastoral" a quienes trabajan en este ámbito.
"Quien trabaja en las múltiples formas de la actividad caritativa de la Iglesia no puede conformarse únicamente con la ayuda técnica o con resolver problemas y dificultades materiales. La ayuda que ofrece no se debe reducir nunca a un gesto filantrópico, sino que debe ser una expresión tangible del amor evangélico".
Los que trabajan en actividades caritativas, continuó, deben ser "sobre todo testigos del amor evangélico, y lo serán si el fin de su misión no es ser agentes de servicios sociales, sino anunciar el Evangelio de la caridad. Siguiendo las huellas de Cristo, están llamados a ser testigos del valor de la vida, en todas sus expresiones, defendiendo especialmente la vida de los débiles y de los enfermos, siguiendo el ejemplo de la beata Madre Teresa de Calcuta, que cuidaba de los moribundos, porque la vida no se mide a partir de su eficiencia, sino que tiene valor siempre y para todos".
Benedicto XVI señaló que los que trabajen en el sector caritativo eclesial "están llamados además a ser testigos del amor, del hecho de que somos plenamente hombres y mujeres cuando vivimos para los demás; que nadie puede morir y vivir para sí mismo"; quien trabaja en este campo, concluyó, "debe ser testigo de Dios, que es plenitud de amor e invita a amar".
AC/ACTIVIDADES CARIDAD IGLESIA/... VIS 20080229 (350)
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