CIUDAD DEL VATICANO, 11 ENE 2008 (VIS).-Benedicto XVI ha enviado un telegrama de solidaridad al cardenal Emmanuel III Delly, patriarca de Babilonia de los Caldeos (Irak), por los recientes ataques a la comunidad cristiana en varias ciudades de este país.
En el mensaje, firmado por el cardinal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, el Papa afirma estar "profundamente preocupado por las noticias sobre los ataques contra objetivos cristianos en Bagdad, Mosul y Kirkuk" el 6 y el 9 de enero y manifiesta su "cercanía espiritual a los heridos y a sus familias".
Al purpurado, que es también presidente de la Asamblea de los Obispos católicos de Irak, y a los arzobispos de las ciudades afectadas, el Santo Padre "asegura su oración fraterna, mientras tratáis -dice- de ofrecer esperanza y fuerza a vuestro pueblo".
El Papa pide a Su Beatitud Emmanuel III Delly que transmita "su solidaridad a los superiores de las comunidades religiosas afectadas por estos ataques y que renueve sus sentimientos de sincera solidaridad a todos los miembros de las comunidades cristianas en Irak, católicos y no católicos".
"Consciente de que estos ataques están dirigidos también contra todo el pueblo iraquí --se lee en el telegrama-, Su Santidad se dirige a los responsables para que renuncien a la violencia que ha causado tanto sufrimiento entre la población civil y alienta a cuantos tienen autoridad para que renueven los esfuerzos orientados a una negociación pacífica, que promueva una resolución justa de las dificultades del país y que respete los derechos de todos".
El Santo Padre "reza por un regreso a la convivencia pacífica de los diferentes grupos que constituyen la población de este querido país y confía a todo el pueblo iraquí a la protección celestial de nuestro Padre omnipotente y misericordioso".
TGR/ATAQUES CRISTIANOS/IRAK:DELLY VIS 20080111 (300)
En el mensaje, firmado por el cardinal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, el Papa afirma estar "profundamente preocupado por las noticias sobre los ataques contra objetivos cristianos en Bagdad, Mosul y Kirkuk" el 6 y el 9 de enero y manifiesta su "cercanía espiritual a los heridos y a sus familias".
Al purpurado, que es también presidente de la Asamblea de los Obispos católicos de Irak, y a los arzobispos de las ciudades afectadas, el Santo Padre "asegura su oración fraterna, mientras tratáis -dice- de ofrecer esperanza y fuerza a vuestro pueblo".
El Papa pide a Su Beatitud Emmanuel III Delly que transmita "su solidaridad a los superiores de las comunidades religiosas afectadas por estos ataques y que renueve sus sentimientos de sincera solidaridad a todos los miembros de las comunidades cristianas en Irak, católicos y no católicos".
"Consciente de que estos ataques están dirigidos también contra todo el pueblo iraquí --se lee en el telegrama-, Su Santidad se dirige a los responsables para que renuncien a la violencia que ha causado tanto sufrimiento entre la población civil y alienta a cuantos tienen autoridad para que renueven los esfuerzos orientados a una negociación pacífica, que promueva una resolución justa de las dificultades del país y que respete los derechos de todos".
El Santo Padre "reza por un regreso a la convivencia pacífica de los diferentes grupos que constituyen la población de este querido país y confía a todo el pueblo iraquí a la protección celestial de nuestro Padre omnipotente y misericordioso".
TGR/ATAQUES CRISTIANOS/IRAK:DELLY VIS 20080111 (300)
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