CIUDAD DEL VATICANO, 4 DIC 2007 (VIS).-El arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados, intervino el pasado 29 de noviembre durante el XV Consejo Ministerial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que se celebró en Madrid del 29 al 30 del mes pasado. A esta reunión asistieron los ministros de Exteriores de los 56 Estados participantes en dicha Organización.
Refiriéndose a la lucha contra el terrorismo, el jefe de la delegación de la Santa Sede afirmó que "es importante proteger las infraestructuras energéticas de los ataques" y por lo que concierne a la protección medioambiental, subrayó la necesidad de que "la Organización apoye las iniciativas sobre la gestión de los recursos hídricos, contribuyendo a la cooperación, estabilidad y desarrollo justo y sostenible de cada país".
Tras poner de relieve que la OSCE está llamada "a crear un espacio de libertad y de derecho", el arzobispo Mamberti señaló que para ello debía "promover continuamente la dignidad de la persona humana y defender los derechos y valores intrínsecos de todos los hombres y mujeres. En este contexto, creo que es esencial -aseguró- que sigamos oponiéndonos al tráfico de seres humanos y a la explotación sexual de los niños".
"Para promover la dignidad humana de modo íntegro -continuó-, la OSCE debe combatir eficazmente la intolerancia y la discriminación hacia los cristianos, judíos y musulmanes y los miembros de las otras religiones. Esta cuestión se ha convertido en un importante problema político y de seguridad. La discriminación religiosa solo se puede afrontar con eficacia si todas las religiones son igualmente respetadas y protegidas".
El secretario para las Relaciones con los Estados recordó que el Parlamento Europeo había adoptado recientemente "una resolución que deplora varios episodios que ponen en peligro la existencia de los cristianos y de otras comunidades religiosas. La OSCE puede sentirse orgullosa de ser una de las primeras organizaciones que lanzó la alarma sobre la discriminación de los cristianos, pero debe mantenerse en guardia. Los cristianos siguen sufriendo prejuicios, estereotipos, discriminación y violencia. ¡Desentenderse de esos problemas no puede ser una opción!".
"No debemos escondernos detrás del principio del "consenso" para evitar actuar de modo efectivo, ni podemos contentarnos con condenas genéricas. Más bien -concluyó-, este consenso debe ser un estímulo para proteger las libertades fundamentales, y por encima de todo, la libertad religiosa de todos los creyentes y de cada comunidad religiosa".
DELSS/LIBERTAD RELIGIOSA/ESPAÑA:MAMBERTI VIS 20071204 (400)
Refiriéndose a la lucha contra el terrorismo, el jefe de la delegación de la Santa Sede afirmó que "es importante proteger las infraestructuras energéticas de los ataques" y por lo que concierne a la protección medioambiental, subrayó la necesidad de que "la Organización apoye las iniciativas sobre la gestión de los recursos hídricos, contribuyendo a la cooperación, estabilidad y desarrollo justo y sostenible de cada país".
Tras poner de relieve que la OSCE está llamada "a crear un espacio de libertad y de derecho", el arzobispo Mamberti señaló que para ello debía "promover continuamente la dignidad de la persona humana y defender los derechos y valores intrínsecos de todos los hombres y mujeres. En este contexto, creo que es esencial -aseguró- que sigamos oponiéndonos al tráfico de seres humanos y a la explotación sexual de los niños".
"Para promover la dignidad humana de modo íntegro -continuó-, la OSCE debe combatir eficazmente la intolerancia y la discriminación hacia los cristianos, judíos y musulmanes y los miembros de las otras religiones. Esta cuestión se ha convertido en un importante problema político y de seguridad. La discriminación religiosa solo se puede afrontar con eficacia si todas las religiones son igualmente respetadas y protegidas".
El secretario para las Relaciones con los Estados recordó que el Parlamento Europeo había adoptado recientemente "una resolución que deplora varios episodios que ponen en peligro la existencia de los cristianos y de otras comunidades religiosas. La OSCE puede sentirse orgullosa de ser una de las primeras organizaciones que lanzó la alarma sobre la discriminación de los cristianos, pero debe mantenerse en guardia. Los cristianos siguen sufriendo prejuicios, estereotipos, discriminación y violencia. ¡Desentenderse de esos problemas no puede ser una opción!".
"No debemos escondernos detrás del principio del "consenso" para evitar actuar de modo efectivo, ni podemos contentarnos con condenas genéricas. Más bien -concluyó-, este consenso debe ser un estímulo para proteger las libertades fundamentales, y por encima de todo, la libertad religiosa de todos los creyentes y de cada comunidad religiosa".
DELSS/LIBERTAD RELIGIOSA/ESPAÑA:MAMBERTI VIS 20071204 (400)
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