CIUDAD DEL VATICANO, 3 DIC 2007 (VIS).-Benedicto XVI recibió hoy en el Vaticano a los obispos de Corea y al prefecto apostólico de Ulan Bator (Mongolia), que acaban de concluir su visita "ad Limina", reforzando así "los lazos de colegialidad que expresan la unidad de la Iglesia en la diversidad y salvaguardan la tradición transmitida por los Apóstoles", como observó el Papa en el discurso que les dirigió.
El Santo Padre alabó el crecimiento de la Iglesia en Asia, recordando el testimonio de los mártires coreanos y de tantos otros que en el continente han puesto de relieve "el concepto fundamental de communio (comunión), que unifica y aviva la vida eclesiástica en todas sus dimensiones".
"Permanecer en el amor de Cristo asume hoy un significado particular", dijo el Papa a los prelados, que en sus informes daban cuenta de los efectos negativos de una mentalidad secularizada, y les animó a "ser pastores eficaces de esperanza", esforzándose para "garantizar que el lazo de comunión que une a Cristo con todos los bautizados sea salvaguardado y sentido como el fulcro del misterio de la Iglesia".
"La puerta a este misterio de comunión con Dios es desde luego el Bautismo -recordó el Papa-. Este sacramento de iniciación, mucho más que un ritual social o la bienvenida en una comunidad particular, es la iniciativa de Dios. Los que renacen por el agua de la nueva vida entran en la puerta de la Iglesia universal y en el dinamismo de la vida de fe".
"La palabra communio también se refiere al centro eucarístico de la Iglesia. La Eucaristía radica nuestra comprensión de la Iglesia en el encuentro íntimo entre Jesús y la humanidad y revela la fuente de unidad eclesiástica: el acto de Cristo de darse a nosotros nos hace su cuerpo".
Benedicto XVI recomendó a los obispos que los programas que han elaborado para destacar la importancia de la misa dominical contasen con "una sólida catequesis sobre la Eucaristía" para "promover una comprensión renovada del auténtico dinamismo de la vida cristiana entre los fieles".
Hablando de los religiosos y religiosas, el Papa pidió a los prelados que apoyasen "sus esfuerzos para contribuir a la tarea común de difundir el Reino de Dios", y subrayó que articular "los vivos tesoros" de esa espiritualidad con la aportación de los laicos, servirá para "disipar la idea de que comunión significa mera uniformidad".
El Papa reiteró después "la importancia de la promoción del matrimonio y la vida familiar de la región", recordando que en este "vital apostolado (...) la complejidad de los temas que atañen a la familia (...) exigen que se otorgue una formación apropiada a cuantos se comprometen a trabajar en este sector".
"Soy consciente de los gestos prácticos de reconciliación encaminados al bienestar de los habitantes de Corea del Norte", dijo en fin el Santo Padre, y tras subrayar que animaba esas iniciativas, concluyó: "A lo largo de los siglos Asia ha dado a la Iglesia y el mundo una multitud de héroes de la fe. (...) ¡Qué permanezcan como testigos perennes de la verdad y del amor que todos los cristianos están llamados a proclamar!".
AL/.../COREA VIS 20071203 (530)
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