CIUDAD DEL VATICANO, 2 DIC 2007 (VIS).-Benedicto XVI visitó esta mañana temprano el Hospital romano "San Juan Bautista", de la Soberana Orden Militar de Malta, un centro especializado en tratamientos neurológicos y rehabilitación.
El Papa celebró la Santa Misa y a continuación visitó la Unidad de Reanimación, una estructura de vanguardia en terapia de rehabilitación de pacientes que se hallan en la fase de "despertar" del coma.
Al dirigirse en la homilía a los enfermos y sus familias, reunidos en un pabellón del hospital, el Papa les aseguró su cercanía espiritual y su oración cotidiana, y les invitó "a encontrar en Jesús el apoyo y el consuelo y a no perder nunca la confianza".
"Dios nos visita misteriosamente en la prueba y en la enfermedad -dijo el Santo Padre-, y si nos abandonamos a su voluntad, podemos experimentar la potencia de su amor. Precisamente porque en los hospitales y en las clínicas residen personas probadas por el dolor, estas estructuras pueden convertirse en lugares privilegiados para testimoniar el amor cristiano que alimenta la esperanza y suscita propósitos de fraterna solidaridad".
Benedicto XVI recordó que la Soberana Orden Militar de Malta, cuyo gran maestro es Fray Andrew Bertie, se dedicó desde los comienzos a la asistencia de peregrinos en Tierra Santa mediante un Hospicio-Enfermería y "se prodigó en curar a enfermos, en especial a los pobres y marginados. Testimonio de este amor fraterno -recordó- es este hospital, instituido en los años 70 del siglo pasado, que hoy es un centro de alto nivel tecnológico y una casa de solidaridad, donde junto al personal sanitario trabajan con dedicación generosa muchos voluntarios".
A los médicos, enfermeros y a los voluntarios que trabajan en el hospital, el Santo Padre les aseguró que tenían que "ofrecer un importante servicio a los enfermos y a la sociedad, un servicio que exige abnegación y espíritu de sacrificio".
"Que en cada enfermo -continuó-, sepáis reconocer y servir al mismo Cristo. Hacedle percibir, con vuestros gestos y palabras, los signos de su amor misericordioso".
El Papa aprovechó la visita a este hospital para entregar "idealmente" su Encíclica "Spe salvi" a la comunidad cristiana de Roma, e invitó a profundizar en ella para "encontrar las razones de aquella "esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente, (...) aunque sea un presente fatigoso".
BXVI-VISITA/.../HOSPITAL ORDEN MALTA VIS 20071203 (390)
El Papa celebró la Santa Misa y a continuación visitó la Unidad de Reanimación, una estructura de vanguardia en terapia de rehabilitación de pacientes que se hallan en la fase de "despertar" del coma.
Al dirigirse en la homilía a los enfermos y sus familias, reunidos en un pabellón del hospital, el Papa les aseguró su cercanía espiritual y su oración cotidiana, y les invitó "a encontrar en Jesús el apoyo y el consuelo y a no perder nunca la confianza".
"Dios nos visita misteriosamente en la prueba y en la enfermedad -dijo el Santo Padre-, y si nos abandonamos a su voluntad, podemos experimentar la potencia de su amor. Precisamente porque en los hospitales y en las clínicas residen personas probadas por el dolor, estas estructuras pueden convertirse en lugares privilegiados para testimoniar el amor cristiano que alimenta la esperanza y suscita propósitos de fraterna solidaridad".
Benedicto XVI recordó que la Soberana Orden Militar de Malta, cuyo gran maestro es Fray Andrew Bertie, se dedicó desde los comienzos a la asistencia de peregrinos en Tierra Santa mediante un Hospicio-Enfermería y "se prodigó en curar a enfermos, en especial a los pobres y marginados. Testimonio de este amor fraterno -recordó- es este hospital, instituido en los años 70 del siglo pasado, que hoy es un centro de alto nivel tecnológico y una casa de solidaridad, donde junto al personal sanitario trabajan con dedicación generosa muchos voluntarios".
A los médicos, enfermeros y a los voluntarios que trabajan en el hospital, el Santo Padre les aseguró que tenían que "ofrecer un importante servicio a los enfermos y a la sociedad, un servicio que exige abnegación y espíritu de sacrificio".
"Que en cada enfermo -continuó-, sepáis reconocer y servir al mismo Cristo. Hacedle percibir, con vuestros gestos y palabras, los signos de su amor misericordioso".
El Papa aprovechó la visita a este hospital para entregar "idealmente" su Encíclica "Spe salvi" a la comunidad cristiana de Roma, e invitó a profundizar en ella para "encontrar las razones de aquella "esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente, (...) aunque sea un presente fatigoso".
BXVI-VISITA/.../HOSPITAL ORDEN MALTA VIS 20071203 (390)
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