CIUDAD DEL VATICANO, 25 JUN 2007 (VIS).-Benedicto XVI visitó esta mañana la Biblioteca Apostólica Vaticana y el Archivo Secreto Vaticano. La Biblioteca cerrará sus puertas al público durante tres años a partir del próximo 14 de julio, debido a la restauración de una de las alas del edificio renacentista en que se haya ubicada.
En su discurso, el Papa subrayó que la Biblioteca se llama "Apostólica" porque es "una institución considerada desde su fundación como la "Biblioteca del Papa"". Hoy, dijo, "es una casa acogedora de ciencia, de cultura y de humanidad, que abre las puertas a investigadores de todo el mundo, sin distinción de proveniencia, religión y cultura". En este contexto, puso de relieve que la tarea de los que trabajan en este lugar es "custodiar la síntesis entre cultura y fe que transpira de los preciosos documentos y de los tesoros que conservan".
En el Archivo Secreto Vaticano, que por iniciativa del Papa León XIII abrió sus puertas a los estudiosos en 1881, "se pueden realizar -dijo el Santo Padre- no solo investigaciones eruditas, en sí mismas muy dignas, concernientes a períodos lejanos, sino también relativas a épocas y tiempos recientes, muy cercanos a nosotros. Prueba de ello -continuó- son los primeros frutos de la reciente apertura -que decidí en junio de 2006- a los investigadores del pontificado de Pío XI".
Refiriéndose a las "polémicas" surgidas a raíz de algunas investigaciones o estudios, el Papa elogió "el servicio desinteresado y ecuánime del Archivo, dejando a un lado estériles y a menudo débiles conceptos unilaterales y ofreciendo a los investigadores, sin prejuicios, la documentación que posee, ordenada con seriedad y competencia".
El Santo Padre afirmó que tanto a la Biblioteca como al Archivo llegan "signos de aprecio y de estima de Institutos culturales y de investigadores de diferentes naciones. Creo que este es el mejor reconocimiento al que pueden aspirar las dos instituciones".
Benedicto XVI aseguró que al cumplir 70 años "hubiera deseado que Juan Pablo II me concediese poderme dedicar al estudio y a la investigación de interesantes documentos y descubrimientos que conserváis con atención, verdaderas obras de arte que nos ayudan a recorrer la historia de la humanidad y del cristianismo".
"Para realizar esta múltiple actividad -añadió- usáis las técnicas más avanzadas de la informática, de la catalogación, de la restauración, de la fotografía y en general de todo lo que concierne a la tutela del riquísimo patrimonio que custodiáis".
El Papa concluyó exhortándoles a "considerar siempre este trabajo como una verdadera misión que hay que realizar con pasión y paciencia, atención y espíritu de fe. Preocupaos por ofrecer siempre una imagen acogedora de la Sede Apostólica, conscientes de que el mensaje evangélico pasa también a través de vuestro testimonio cristiano coherente".
BXVI-VISITA/BIBLIOTECA:ARCHIVO VATICANO/... VIS 20070625 (480)
En su discurso, el Papa subrayó que la Biblioteca se llama "Apostólica" porque es "una institución considerada desde su fundación como la "Biblioteca del Papa"". Hoy, dijo, "es una casa acogedora de ciencia, de cultura y de humanidad, que abre las puertas a investigadores de todo el mundo, sin distinción de proveniencia, religión y cultura". En este contexto, puso de relieve que la tarea de los que trabajan en este lugar es "custodiar la síntesis entre cultura y fe que transpira de los preciosos documentos y de los tesoros que conservan".
En el Archivo Secreto Vaticano, que por iniciativa del Papa León XIII abrió sus puertas a los estudiosos en 1881, "se pueden realizar -dijo el Santo Padre- no solo investigaciones eruditas, en sí mismas muy dignas, concernientes a períodos lejanos, sino también relativas a épocas y tiempos recientes, muy cercanos a nosotros. Prueba de ello -continuó- son los primeros frutos de la reciente apertura -que decidí en junio de 2006- a los investigadores del pontificado de Pío XI".
Refiriéndose a las "polémicas" surgidas a raíz de algunas investigaciones o estudios, el Papa elogió "el servicio desinteresado y ecuánime del Archivo, dejando a un lado estériles y a menudo débiles conceptos unilaterales y ofreciendo a los investigadores, sin prejuicios, la documentación que posee, ordenada con seriedad y competencia".
El Santo Padre afirmó que tanto a la Biblioteca como al Archivo llegan "signos de aprecio y de estima de Institutos culturales y de investigadores de diferentes naciones. Creo que este es el mejor reconocimiento al que pueden aspirar las dos instituciones".
Benedicto XVI aseguró que al cumplir 70 años "hubiera deseado que Juan Pablo II me concediese poderme dedicar al estudio y a la investigación de interesantes documentos y descubrimientos que conserváis con atención, verdaderas obras de arte que nos ayudan a recorrer la historia de la humanidad y del cristianismo".
"Para realizar esta múltiple actividad -añadió- usáis las técnicas más avanzadas de la informática, de la catalogación, de la restauración, de la fotografía y en general de todo lo que concierne a la tutela del riquísimo patrimonio que custodiáis".
El Papa concluyó exhortándoles a "considerar siempre este trabajo como una verdadera misión que hay que realizar con pasión y paciencia, atención y espíritu de fe. Preocupaos por ofrecer siempre una imagen acogedora de la Sede Apostólica, conscientes de que el mensaje evangélico pasa también a través de vuestro testimonio cristiano coherente".
BXVI-VISITA/BIBLIOTECA:ARCHIVO VATICANO/... VIS 20070625 (480)
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