CIUDAD DEL VATICANO, 8 MAY 2007 (VIS).-Hoy se hizo público un comunicado sobre la séptima reunión del Consejo Especial para Europa de la secretaría general del Sínodo de los Obispos, que se celebró el 23 de abril en el Vaticano.
Además del arzobispo Nikola Eterovic, secretario general del Sínodo de los Obispos y de los que forman parte del Consejo, asistieron a la reunión los miembros de la presidencia del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE).
El arzobispo Eterovic, se lee en el comunicado, recordó los desafíos y los signos de esperanza de la Iglesia en el continente europeo, indicados por Juan Pablo II en la exhortación apostólica post-sinodal "Ecclesia in Europa" (2003).
"Los desafíos del momento presente deberían empujar a todas las fuerzas vivas de la Iglesia -dice el comunicado- a renovar el impulso de la evangelización en el viejo continente, que muestra signos de un cierto cansancio, pero también de una recuperación".
Frente a los retos actuales que debe afrontar la Iglesia en Europa, "el ministerio petrino, en este particular momento histórico, halla en la colegialidad episcopal (...) el lugar propicio de la comunión entre los pastores y con el Santo Padre, en vista de una renovada acción evangelizadora".
"Esta comunión, que goza de la garantía de la unidad y asegura de hecho la concreta unidad en la Iglesia universal y en la Iglesia que está en Europa -concluye- refuerza a los pastores en el anuncio constante del Evangelio en las diversas situaciones, en las que es necesario reafirmar el primado de Dios, para que se acentúe la dignidad del ser humano, creado a su imagen y semejanza, en la dimensión pastoral y comunitaria".
SE/EUROPA/ETEROVIC VIS 20070508 (290)
Además del arzobispo Nikola Eterovic, secretario general del Sínodo de los Obispos y de los que forman parte del Consejo, asistieron a la reunión los miembros de la presidencia del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE).
El arzobispo Eterovic, se lee en el comunicado, recordó los desafíos y los signos de esperanza de la Iglesia en el continente europeo, indicados por Juan Pablo II en la exhortación apostólica post-sinodal "Ecclesia in Europa" (2003).
"Los desafíos del momento presente deberían empujar a todas las fuerzas vivas de la Iglesia -dice el comunicado- a renovar el impulso de la evangelización en el viejo continente, que muestra signos de un cierto cansancio, pero también de una recuperación".
Frente a los retos actuales que debe afrontar la Iglesia en Europa, "el ministerio petrino, en este particular momento histórico, halla en la colegialidad episcopal (...) el lugar propicio de la comunión entre los pastores y con el Santo Padre, en vista de una renovada acción evangelizadora".
"Esta comunión, que goza de la garantía de la unidad y asegura de hecho la concreta unidad en la Iglesia universal y en la Iglesia que está en Europa -concluye- refuerza a los pastores en el anuncio constante del Evangelio en las diversas situaciones, en las que es necesario reafirmar el primado de Dios, para que se acentúe la dignidad del ser humano, creado a su imagen y semejanza, en la dimensión pastoral y comunitaria".
SE/EUROPA/ETEROVIC VIS 20070508 (290)
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