CIUDAD DEL VATICANO, 9 FEB 2007 (VIS).-El arzobispo Celestino Migliore, observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, intervino ayer ante la 45 Sesión de la Comisión para el Desarrollo Social del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, sobre el punto 3(a): "Tema prioritario: promover el pleno empleo y un trabajo decente para todos".
El arzobispo Migliore afirmó que la comunidad internacional y los gobiernos "deben asegurar un ambiente económico favorable y un trabajo decente y adecuadamente remunerado".
Tras poner de relieve que "la igualdad de hombres y mujeres también se debe poner de manifiesto en cómo son tratados en el lugar de trabajo, en los salarios y en la adquisición de las pensiones", el prelado señaló que "es importante que los hombres y mujeres con familia reciban salarios adecuados y justos que sean suficientes para sostener las necesidades familiares, especialmente en vista de las responsabilidades para con sus hijos".
El observador permanente señaló que "la pobreza extrema debe ser un tema de especial preocupación de los gobiernos y de todas las sociedades civilizadas".
Refiriéndose posteriormente a los ancianos, el arzobispo Migliore pidió "una mayor flexibilidad en los sistemas de pensiones y en los mercados laborales para animar a las personas mayores a que aporten su contribución a la sociedad mientras quieran y tengan capacidad para ello".
El arzobispo Migliore terminó hablando de los emigrantes, que "a menudo -dijo- se sienten motivados por el simple deseo de trabajar para sostener a sus familias. También merecen un pago justo y una protección jurídica justa, porque los trabajos que realizan a menudo son los que nadie quiere hacer. (...) Con mucha frecuencia, la falta de una vida familiar normal conduce a males como el tráfico de seres humanos y la prostitución en los márgenes de las comunidades de emigrantes".
DELSS/TRABAJO/ONU:MIGLIORE VIS 20070209 (300)
El arzobispo Migliore afirmó que la comunidad internacional y los gobiernos "deben asegurar un ambiente económico favorable y un trabajo decente y adecuadamente remunerado".
Tras poner de relieve que "la igualdad de hombres y mujeres también se debe poner de manifiesto en cómo son tratados en el lugar de trabajo, en los salarios y en la adquisición de las pensiones", el prelado señaló que "es importante que los hombres y mujeres con familia reciban salarios adecuados y justos que sean suficientes para sostener las necesidades familiares, especialmente en vista de las responsabilidades para con sus hijos".
El observador permanente señaló que "la pobreza extrema debe ser un tema de especial preocupación de los gobiernos y de todas las sociedades civilizadas".
Refiriéndose posteriormente a los ancianos, el arzobispo Migliore pidió "una mayor flexibilidad en los sistemas de pensiones y en los mercados laborales para animar a las personas mayores a que aporten su contribución a la sociedad mientras quieran y tengan capacidad para ello".
El arzobispo Migliore terminó hablando de los emigrantes, que "a menudo -dijo- se sienten motivados por el simple deseo de trabajar para sostener a sus familias. También merecen un pago justo y una protección jurídica justa, porque los trabajos que realizan a menudo son los que nadie quiere hacer. (...) Con mucha frecuencia, la falta de una vida familiar normal conduce a males como el tráfico de seres humanos y la prostitución en los márgenes de las comunidades de emigrantes".
DELSS/TRABAJO/ONU:MIGLIORE VIS 20070209 (300)
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