CIUDAD DEL VATICANO, 18 FEB 2007 (VIS).-A mediodía, Benedicto XVI se asomó a la ventana de su estudio para rezar el Angelus con los miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.
El Papa comentó el Evangelio de hoy, que contiene "una de las frases más (...) fuertes de la predicación de Jesús: "Amad a vuestros enemigos" y constituye "casi un "manifiesto" al que pide la adhesión de sus discípulos, proponiendo en términos radicales su modelo de vida".
"¿Por qué Jesús pide que se ame a los propios enemigos, es decir un amor que sobrepasa la capacidad humana?", se preguntó Benedicto XVI, y explicó que "la propuesta de Cristo es realista, porque tiene en cuenta que en el mundo hay demasiada violencia, demasiada injusticia, y que esa situación no se puede superar sino con más amor y más bondad. Este "más" viene de Dios: es su misericordia, que se ha hecho carne en Jesús y que puede llevar la balanza del peso del mundo desde el mal hacia el bien".
"Esta página evangélica -prosiguió- está considerada como la Carta Magna de la no violencia cristiana, que no consiste en rendirse al mal (...) sino en responder al mal con el bien, rompiendo así la cadena de la injusticia. (...) Para los cristianos, la no violencia no es una simple táctica, sino un modo de ser de la persona, la actitud de quien está tan convencido del amor y del poder de Dios (...) que no tiene miedo de afrontar el mal con las armas del amor y de la verdad".
"El amor al enemigo constituye el núcleo de la "revolución cristiana", (...) la revolución del amor, (...) que no se apoya sólo en los recursos humanos, sino que es don de Dios. Esta es la novedad del Evangelio, que cambia el mundo sin hacer ruido. Este es el heroísmo de los " pequeños", que creen en el amor de Dios y lo difunden".
Al final el Papa recordó que el próximo miércoles comienza la Cuaresma, "tiempo favorable en el que todos los cristianos están llamados a convertirse cada vez más profundamente al amor de Cristo" y a dejarse "conquistar sin reservas por ese amor (...) para ser misericordiosos, como nuestro Padre celestial es misericordioso".
Después de rezar el Angelus, Benedicto XVI manifestó su "cercanía espiritual" a Guinea. "Los obispos de aquella nación -dijo- me han hablado de su aprensión por la situación de parálisis social con huelgas generales y reacciones violentas que han causado numerosas víctimas. Pido que se respeten los derechos humanos y civiles y aseguro mi oración para que el compromiso común en recorrer el camino del diálogo lleve a superar la crisis".
Por último se refirió a Polonia, donde los obispos han convocado el próximo Miércoles de Ceniza "una jornada de oración y penitencia para todo el clero polaco" y pidió que "la oración por la santidad de los sacerdotes colme a todos los fieles del espíritu de perdón, de reconciliación y de confianza recíproca".
ANG/NO VIOLENCIA:GUINEA:POLONIA/... VIS 20070219 (510)
El Papa comentó el Evangelio de hoy, que contiene "una de las frases más (...) fuertes de la predicación de Jesús: "Amad a vuestros enemigos" y constituye "casi un "manifiesto" al que pide la adhesión de sus discípulos, proponiendo en términos radicales su modelo de vida".
"¿Por qué Jesús pide que se ame a los propios enemigos, es decir un amor que sobrepasa la capacidad humana?", se preguntó Benedicto XVI, y explicó que "la propuesta de Cristo es realista, porque tiene en cuenta que en el mundo hay demasiada violencia, demasiada injusticia, y que esa situación no se puede superar sino con más amor y más bondad. Este "más" viene de Dios: es su misericordia, que se ha hecho carne en Jesús y que puede llevar la balanza del peso del mundo desde el mal hacia el bien".
"Esta página evangélica -prosiguió- está considerada como la Carta Magna de la no violencia cristiana, que no consiste en rendirse al mal (...) sino en responder al mal con el bien, rompiendo así la cadena de la injusticia. (...) Para los cristianos, la no violencia no es una simple táctica, sino un modo de ser de la persona, la actitud de quien está tan convencido del amor y del poder de Dios (...) que no tiene miedo de afrontar el mal con las armas del amor y de la verdad".
"El amor al enemigo constituye el núcleo de la "revolución cristiana", (...) la revolución del amor, (...) que no se apoya sólo en los recursos humanos, sino que es don de Dios. Esta es la novedad del Evangelio, que cambia el mundo sin hacer ruido. Este es el heroísmo de los " pequeños", que creen en el amor de Dios y lo difunden".
Al final el Papa recordó que el próximo miércoles comienza la Cuaresma, "tiempo favorable en el que todos los cristianos están llamados a convertirse cada vez más profundamente al amor de Cristo" y a dejarse "conquistar sin reservas por ese amor (...) para ser misericordiosos, como nuestro Padre celestial es misericordioso".
Después de rezar el Angelus, Benedicto XVI manifestó su "cercanía espiritual" a Guinea. "Los obispos de aquella nación -dijo- me han hablado de su aprensión por la situación de parálisis social con huelgas generales y reacciones violentas que han causado numerosas víctimas. Pido que se respeten los derechos humanos y civiles y aseguro mi oración para que el compromiso común en recorrer el camino del diálogo lleve a superar la crisis".
Por último se refirió a Polonia, donde los obispos han convocado el próximo Miércoles de Ceniza "una jornada de oración y penitencia para todo el clero polaco" y pidió que "la oración por la santidad de los sacerdotes colme a todos los fieles del espíritu de perdón, de reconciliación y de confianza recíproca".
ANG/NO VIOLENCIA:GUINEA:POLONIA/... VIS 20070219 (510)
No hay comentarios:
Publicar un comentario