CIUDAD DEL VATICANO, 31 DIC 2006 (VIS).-A las 18 de hoy, en la basílica vaticana, el Papa presidió las primeras vísperas de la solemnidad de Santa María Madre de Dios y el Te Deum de acción de gracias al concluir el año civil.
Refiriéndose en la homilía a la dimensión del tiempo, el Santo Padre afirmó que "en las últimas horas del año se repiten algunos "ritos" mundanos marcados sobre todo por la diversión y vividos a menudo como evasión de la realidad, que sirven para exorcizar los aspectos negativos y propiciar improbables fortunas. ¡Qué distinto debe ser el comportamiento de la comunidad cristiana! La Iglesia está llamada a vivir estas horas haciendo propios los sentimientos de la Virgen María", para presentar a Jesús junto con Ella "los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren".
Tras poner de relieve que la Maternidad de María "es al mismo tiempo un evento humano y divino", Benedicto XVI explicó que Jesús es "el Hijo de Dios, ha sido engendrado por El, y al mismo tiempo es hijo de una mujer, María. Viene de ella. Es de Dios y de María. Por eso, la Madre de Jesús se puede y se debe llamar Madre de Dios".
El Papa pidió a la "Theotókos", Madre de Dios, que interceda por el mundo entero, confiándole "sobre todo las situaciones en las que solo la gracia del Señor puede traer paz, consuelo, justicia".
"Pedimos a la Madre de Dios que nos obtenga el don de una fe madura: una fe límpida, genuina, humilde y al mismo tiempo valiente, llena de esperanza y de entusiasmo por el Reino de Dios, una fe exenta de todo fatalismo y que coopere con plena y alegre obediencia a la voluntad divina, con la absoluta certeza de que Dios solo desea amor y vida, siempre y para todos".
Como es tradicional, después de la celebración, el Papa visitó el Belén de la Plaza de San Pedro.
HML/VISPERAS:TE DEUM/... VIS 20070102 (350)
Refiriéndose en la homilía a la dimensión del tiempo, el Santo Padre afirmó que "en las últimas horas del año se repiten algunos "ritos" mundanos marcados sobre todo por la diversión y vividos a menudo como evasión de la realidad, que sirven para exorcizar los aspectos negativos y propiciar improbables fortunas. ¡Qué distinto debe ser el comportamiento de la comunidad cristiana! La Iglesia está llamada a vivir estas horas haciendo propios los sentimientos de la Virgen María", para presentar a Jesús junto con Ella "los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren".
Tras poner de relieve que la Maternidad de María "es al mismo tiempo un evento humano y divino", Benedicto XVI explicó que Jesús es "el Hijo de Dios, ha sido engendrado por El, y al mismo tiempo es hijo de una mujer, María. Viene de ella. Es de Dios y de María. Por eso, la Madre de Jesús se puede y se debe llamar Madre de Dios".
El Papa pidió a la "Theotókos", Madre de Dios, que interceda por el mundo entero, confiándole "sobre todo las situaciones en las que solo la gracia del Señor puede traer paz, consuelo, justicia".
"Pedimos a la Madre de Dios que nos obtenga el don de una fe madura: una fe límpida, genuina, humilde y al mismo tiempo valiente, llena de esperanza y de entusiasmo por el Reino de Dios, una fe exenta de todo fatalismo y que coopere con plena y alegre obediencia a la voluntad divina, con la absoluta certeza de que Dios solo desea amor y vida, siempre y para todos".
Como es tradicional, después de la celebración, el Papa visitó el Belén de la Plaza de San Pedro.
HML/VISPERAS:TE DEUM/... VIS 20070102 (350)
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