CIUDAD DEL VATICANO, 7 ENE 2007 (VIS).-En la fiesta del Bautismo del Señor, con la que concluye el tiempo de Navidad, el Papa bautizó esta mañana en la Capilla Sixtina a 13 bebés de diversos países.
"Cada niño que nace -dijo el Santo Padre en la homilía-, nos trae la sonrisa de Dios y nos invita a reconocer que la vida es un don suyo, don que hay que acoger con amor y custodiar para siempre y en todo momento".
Benedicto XVI señaló que "Dios confía a sus padres" a cada niño que viene a este mundo. "¡Qué importante es, entonces, la familia fundada en el matrimonio, cuna de la vida y del amor!", exclamó.
Tras subrayar que el Bautismo "es adopción y asunción en la familia de Dios, en la comunión con la Santísima Trinidad", el Papa afirmó que los pequeños, "de hijos de padres humanos, se convierten también en hijos de Dios en el Hijo de Dios vivo".
"En el Bautismo -continuó- somos adoptados por el Padre celestial, pero en esta familia que El se constituye también hay una madre, la madre Iglesia".
El Papa hizo hincapié en que "el cristianismo no es una realidad únicamente espiritual, individual, una simple decisión objetiva que asumo, sino que es algo real, concreto, incluso material; la familia de Dios se construye en la realidad concreta de la Iglesia".
El Santo Padre exhortó a los padres, padrinos y madrinas de los niños bautizados a que les enseñen a "rezar y a sentirse miembros activos de la familia de Dios, de la comunidad eclesial".
"El estudio atento del Catecismo de la Iglesia Católica o del Compendio del Catecismo -añadió-, (...) puede ser un instrumento muy útil e inmediato para crecer en el conocimiento de la fe católica y para poderla transmitir íntegra y fielmente a vuestros hijos. Por encima de todo, no olvidéis que vuestro testimonio y vuestro ejemplo influyen principalmente en la madurez humana y espiritual de la libertad de vuestros hijos".
HML/BAUTISMOS/... VIS 20070108 (340)
"Cada niño que nace -dijo el Santo Padre en la homilía-, nos trae la sonrisa de Dios y nos invita a reconocer que la vida es un don suyo, don que hay que acoger con amor y custodiar para siempre y en todo momento".
Benedicto XVI señaló que "Dios confía a sus padres" a cada niño que viene a este mundo. "¡Qué importante es, entonces, la familia fundada en el matrimonio, cuna de la vida y del amor!", exclamó.
Tras subrayar que el Bautismo "es adopción y asunción en la familia de Dios, en la comunión con la Santísima Trinidad", el Papa afirmó que los pequeños, "de hijos de padres humanos, se convierten también en hijos de Dios en el Hijo de Dios vivo".
"En el Bautismo -continuó- somos adoptados por el Padre celestial, pero en esta familia que El se constituye también hay una madre, la madre Iglesia".
El Papa hizo hincapié en que "el cristianismo no es una realidad únicamente espiritual, individual, una simple decisión objetiva que asumo, sino que es algo real, concreto, incluso material; la familia de Dios se construye en la realidad concreta de la Iglesia".
El Santo Padre exhortó a los padres, padrinos y madrinas de los niños bautizados a que les enseñen a "rezar y a sentirse miembros activos de la familia de Dios, de la comunidad eclesial".
"El estudio atento del Catecismo de la Iglesia Católica o del Compendio del Catecismo -añadió-, (...) puede ser un instrumento muy útil e inmediato para crecer en el conocimiento de la fe católica y para poderla transmitir íntegra y fielmente a vuestros hijos. Por encima de todo, no olvidéis que vuestro testimonio y vuestro ejemplo influyen principalmente en la madurez humana y espiritual de la libertad de vuestros hijos".
HML/BAUTISMOS/... VIS 20070108 (340)
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