CIUDAD DEL VATICANO, 16 SEP 2006 (VIS).-Benedicto XVI recibió hoy las cartas credenciales del nuevo embajador de Eslovenia ante la Santa Sede, Ivan Rebernik. En su discurso el Papa afirmó que ese país "cultiva un diálogo fecundo y constructivo con las instancias eclesiales presentes en el territorio, reconociendo su aportación positiva a la vida de la nación".
"Desde los primeros siglos del Cristianismo en la tierra eslovena se ha sentido la fuerza del Evangelio", dijo el Santo Padre, recordando a los santos Victorino y Maximiano (siglo VII) y al beato Anton Martin Slomsek, que "en tiempos más recientes promovió el despertar nacional, llevando a cabo una obra inapreciable como formador del pueblo esloveno".
Benedicto XVI observó que en Eslovenia, "el cristianismo y la identidad nacional están estrechamente ligados", de ahí la "sintonía" del pueblo esloveno con el obispo de Roma y el "constructivo diálogo que no se ha interrumpido durante los tristes acontecimientos del siglo pasado" y que ha desembocado en 2001 en el Acuerdo entre la República de Eslovenia y la Santa Sede sobre cuestiones jurídicas.
"Es un acuerdo importante cuya fiel aplicación reforzará las relaciones recíprocas y la colaboración para la promoción de la persona y el bien común, respetando la laicidad legítima del estado", en el que "todavía hay cuestiones abiertas que deben solucionarse".
"Conociendo la estima y el afecto de los eslovenos por el Papa -dijo Benedicto XVI- estoy seguro de que sus representantes políticos sabrán interpretar su tradición, sensibilidad y cultura. El pueblo esloveno tiene el derecho de afirmar y hacer valer el alma cristiana que ha plasmado su identidad".
"La tarea que espera a los responsables de hoy en día es individuar el método para involucrar a las nuevas generaciones en el conocimiento y el aprecio de los valores del pasado, para que puedan aportar al milenio apenas iniciado el rico patrimonio heredado. (...) Sería una estrategia miope no favorecer la apertura de los jóvenes al conocimiento de las raíces históricas de las que fluye la linfa para garantizar a la Nación nuevas estaciones fecundas de frutos".
"En ese contexto, no se puede eludir la cuestión de su instrucción en los valores religiosos que comparte la mayoría de la población, si no se quiere correr el riesgo de la pérdida progresiva de los caracteres específicos de la fisonomía nacional. Está en juego el respeto de la libertad de los ciudadanos, un tema al que la República de Eslovenia dedica gran atención y que la Santa Sede quiere promover en el espíritu de ese acuerdo".
El Santo Padre concluyó citando "la experiencia de otros pueblos del continente, en particular los eslavos, que conscientes de la importancia del cristianismo en su identidad social y de la válida aportación de la Iglesia, no se han sustraído al deber de garantizar, también en el ámbito legislativo, que el rico patrimonio ético y religioso siga dando frutos copiosos para las nuevas generaciones"
CD/CREDENCIALES/REBERNIK:ESLOVENIA VIS 20060918 (490)
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