CIUDAD DEL VATICANO, 9 SEP 2006 (VIS).-Benedicto XVI comenzó esta mañana su viaje apostólico a Munich, Altötting y Regensburg (Alemania) que concluirá el próximo jueves, 14 de septiembre.
El Papa salió a las 13,45 del aeropuerto romano de Ciampino y llegó al aeropuerto Franz Joseph Strauss de Munich, capital de Baviera, a las 15.30. El Santo Padre fue recibido por el presidente de la República Federal de Alemana, Horst Köhler, la cancillera Angela Merkel y el ministro presidente de Baviera, Edmund Stoiber, además de por diversas autoridades eclesiásticas, civiles y militares.
"Vuelvo a mi patria -dijo Benedicto XVI- entre mi gente, con el programa de visitar algunos lugares que han tenido una importancia fundamental en mi vida, (...) pero también como sucesor del apóstol Pedro para reafirmar y confirmar los lazos profundos entre la Sede de Roma y la Iglesia en nuestra Patria".
"Son lazos que tienen una historia secular, alimentada por la firme adhesión a los valores de la fe cristiana, una adhesión de la que pueden enorgullecerse de forma particular las regiones bávaras", afirmó el Papa recordando después el gran patrimonio artístico y cultural de su tierra natal donde "se refleja la convicción cristiana de las generaciones que se han sucedido en esta tierra que tanto amo".
"Las relaciones de Baviera con la Santa Sede, prosiguió el Santo Padre -que fue arzobispo de Munich-Freising de 1977 a 1982-, aunque con algunos momentos de tensión, se han caracterizado siempre por una respetuosa cordialidad. En las horas decisivas de su historia, el pueblo bávaro ha confirmado siempre su devoción sincera a la Cátedra de Pedro y su firme apego a la fe católica".
Si bien "el contexto social actual sea en muchos aspectos diverso del pasado", observó el Papa, "todos estamos unidos en la esperanza de que las nuevas generaciones sean fieles a un patrimonio espiritual que ha resistido a través de todas las crisis de la historia. (...) Baviera forma parte de Alemania y perteneciendo a su historia, con todos sus altibajos, puede sentirse orgullosa de las tradiciones heredadas del pasado. Desearía que todos mis compatriotas en Baviera y en la entera Alemania sean parte activa en la transmisión de los valores de la fe cristiana a los ciudadanos del mañana".
Benedicto XVI concluyó su discurso saludando a todos los habitantes del país, a los católicos y a "los seguidores de otras iglesias y comunidades eclesiales, en particular a los luteranos y ortodoxos", así como a los pertenecientes a otras religiones y citó la invocación del poeta y latinista alemán Jakob Balde (1604-1668) a la Virgen María, patrona de Baviera: "¡Conserva a tus bávaros, Virgen Patrona, los bienes, la autoridad política, el país, la religión!", para despedirse después de todos con el saludo tradicional bávaro "Grüss Gott" (Id con Dios)".
PV-ALEMANIA/LLEGADA/MUNICH VIS 20060911 (470)
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