CIUDAD DEL VATICANO, 7 JUN 2006 (VIS).-El establecimiento de la Iglesia sobre la "roca" representada por San Pedro apóstol, custodio de la comunión con Cristo, fue el tema de la catequesis de Benedicto XVI durante la audiencia general de los miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro y a la que asistieron más de 50.000 personas.
El Papa comenzó recordando el evangelio de San Juan, que "al narrar el primer encuentro de Jesús con Simón, hermano de Andrés, registra un hecho singular: Jesús "se le quedó mirando y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que significa Pedro)".
"El hecho -explicó el Santo Padre- adquiere un relieve particular teniendo en cuenta que, en el Antiguo Testamento, el cambio de nombre anticipa, en general, una nueva misión por confiar". Subrayando este dato, Benedicto XVI citó algunos episodios evangélicos donde se pone de relieve "la voluntad de Jesús de atribuir a Pedro un papel especial dentro del Colegio Apostólico", como cuando se aloja en su casa en Cafarnaum o elige su barca en el lago de Genesaret.
Por otra parte, "el mismo Pedro es consciente de esta posición particular: a menudo es él quien, en nombre de los demás, pide explicaciones sobre una parábola difícil o sobre el sentido exacto de un precepto. (...) Igualmente decidida es su profesión de fe, de nuevo en nombre de los Doce, en Cesarea de Filipo. Cuando Jesús pregunta a sus discípulos: Vosotros, ¿quién decís que soy?, Pedro responde: "Tu eres el Mesías, el hijo de Dios vivo".
"Jesús pronuncia entonces la declaración solemne que define de una vez por todas el papel de Pedro en la Iglesia. "Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia... Te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".
"Las tres metáforas a las que recurre Jesús son muy claras: Pedro será la base rocosa sobre la que se asentará el edificio de la Iglesia; tendrá las llaves del Reino de los cielos para abrir o cerrar a lo que le parecerá justo; en fin, podrá atar o desatar en el sentido que podrá establecer o prohibir lo que creerá necesario para la vida de la Iglesia. Se describe así (...) lo que más tarde se llamará "el primado de jurisdicción".
Después de la Resurrección, Pedro será el primer apóstol testigo de una aparición de Jesús y este hecho marca de nuevo "la continuidad entre su relevancia en el grupo apostólico y la que seguirá teniendo en la comunidad nacida con los acontecimientos pascuales".
"El hecho de que diversos textos claves referidos a Pedro estén ligados al contexto de la Última Cena donde Cristo le confiere el ministerio de confirmar a los hermanos -agregó el Papa- muestra cómo uno de los elementos constitutivos de la Iglesia, nacida del memorial pascual celebrado en la Eucaristía, sea el ministerio confiado a Pedro".
"Este es el primado para todos los tiempos. Pedro debe ser el custodio de la comunión con Cristo, guiar a la comunión con Cristo y guiar la comunión, de modo que la red no se rompa, sino que sostenga la gran comunión universal por medio de la cual estamos con Cristo, que es Señor de todos nosotros. Esta es su responsabilidad, garantizando así la comunión con Cristo, con la caridad de Cristo, realizando esta caridad en la vida cotidiana".
"Recemos para que el primado de Pedro, confiado a pobres seres humanos -exclamó Benedicto XVI-, sea siempre ejercido en este sentido original deseado por el Señor y para que lo puedan reconocer cada vez más en su significado verdadero los hermanos que todavía no están en comunión con nosotros".
Después de la audiencia general, el Papa recibió durante una breve ceremonia el título de ciudadano honorario de Altötting (Alemania).
AG/PEDRO:FUNDAMENTO IGLESIA/... VIS 20060607 (510)
El Papa comenzó recordando el evangelio de San Juan, que "al narrar el primer encuentro de Jesús con Simón, hermano de Andrés, registra un hecho singular: Jesús "se le quedó mirando y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que significa Pedro)".
"El hecho -explicó el Santo Padre- adquiere un relieve particular teniendo en cuenta que, en el Antiguo Testamento, el cambio de nombre anticipa, en general, una nueva misión por confiar". Subrayando este dato, Benedicto XVI citó algunos episodios evangélicos donde se pone de relieve "la voluntad de Jesús de atribuir a Pedro un papel especial dentro del Colegio Apostólico", como cuando se aloja en su casa en Cafarnaum o elige su barca en el lago de Genesaret.
Por otra parte, "el mismo Pedro es consciente de esta posición particular: a menudo es él quien, en nombre de los demás, pide explicaciones sobre una parábola difícil o sobre el sentido exacto de un precepto. (...) Igualmente decidida es su profesión de fe, de nuevo en nombre de los Doce, en Cesarea de Filipo. Cuando Jesús pregunta a sus discípulos: Vosotros, ¿quién decís que soy?, Pedro responde: "Tu eres el Mesías, el hijo de Dios vivo".
"Jesús pronuncia entonces la declaración solemne que define de una vez por todas el papel de Pedro en la Iglesia. "Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia... Te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".
"Las tres metáforas a las que recurre Jesús son muy claras: Pedro será la base rocosa sobre la que se asentará el edificio de la Iglesia; tendrá las llaves del Reino de los cielos para abrir o cerrar a lo que le parecerá justo; en fin, podrá atar o desatar en el sentido que podrá establecer o prohibir lo que creerá necesario para la vida de la Iglesia. Se describe así (...) lo que más tarde se llamará "el primado de jurisdicción".
Después de la Resurrección, Pedro será el primer apóstol testigo de una aparición de Jesús y este hecho marca de nuevo "la continuidad entre su relevancia en el grupo apostólico y la que seguirá teniendo en la comunidad nacida con los acontecimientos pascuales".
"El hecho de que diversos textos claves referidos a Pedro estén ligados al contexto de la Última Cena donde Cristo le confiere el ministerio de confirmar a los hermanos -agregó el Papa- muestra cómo uno de los elementos constitutivos de la Iglesia, nacida del memorial pascual celebrado en la Eucaristía, sea el ministerio confiado a Pedro".
"Este es el primado para todos los tiempos. Pedro debe ser el custodio de la comunión con Cristo, guiar a la comunión con Cristo y guiar la comunión, de modo que la red no se rompa, sino que sostenga la gran comunión universal por medio de la cual estamos con Cristo, que es Señor de todos nosotros. Esta es su responsabilidad, garantizando así la comunión con Cristo, con la caridad de Cristo, realizando esta caridad en la vida cotidiana".
"Recemos para que el primado de Pedro, confiado a pobres seres humanos -exclamó Benedicto XVI-, sea siempre ejercido en este sentido original deseado por el Señor y para que lo puedan reconocer cada vez más en su significado verdadero los hermanos que todavía no están en comunión con nosotros".
Después de la audiencia general, el Papa recibió durante una breve ceremonia el título de ciudadano honorario de Altötting (Alemania).
AG/PEDRO:FUNDAMENTO IGLESIA/... VIS 20060607 (510)
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