CIUDAD DEL VATICANO, 16 MAR 2006 (VIS).-Hoy se hizo pública una carta del Papa al cardenal Lubomyr Husar, arzobispo mayor Lviv de los Ucranianos, con motivo del sesenta aniversario de los "tristes eventos de los que fue testigo, a principios de marzo de hace sesenta años, la Catedral de San Jorge en Leópolis".
En la carta, fechada el 22 de febrero, fiesta de la Cátedra de San Pedro, Benedicto XVI recuerda que en marzo de 1946, "un grupo de eclesiásticos, reunidos en un pseudo-sínodo, que se arrogó el derecho de representar a la Iglesia, atentó gravemente contra la unidad eclesial. Se intensificó la violencia contra los que habían sido fieles a la unidad con el Obispo de Roma, provocando ulteriores sufrimientos y obligando a la Iglesia a regresar a las catacumbas".
A pesar de todas estas pruebas, continúa el Santo Padre, gracias a Dios, "la Iglesia greco-católica no desapareció y "siguió dando testimonio de la unidad, la santidad, la catolicidad y apostolicidad de la Iglesia de Cristo".
El Papa pide que este aniversario estimule a la comunidad greco-católica ucraniana "a profundizar en su vínculo íntimo con el Sucesor de Pedro" y subraya que "en el paciente camino de la fe vivida cada día, en la comunión con los sucesores de los Apóstoles, (...) la comunidad católica ucraniana ha logrado conservar viva la sagrada Tradición en su integridad".
"Para que este precioso patrimonio de la "Paradosis" se mantenga en toda su riqueza, es importante asegurar la presencia de los dos grandes ejes de la de la única Tradición -el latino y el oriental-, ambos con la multiplicidad de manifestaciones históricas que Ucrania ha sabido expresar".
Benedicto XVI termina poniendo de relieve que la "misión de la Iglesia greco-católica en plena comunión con Pedro es doble: mantener visible en la Iglesia católica la tradición oriental y favorecer el encuentro de las tradiciones, testimoniando no solo su compatibilidad, sino también su profunda unidad la diversidad".
BXVI-CARTA/UNIDAD SUCESOR PEDRO/HUSAR VIS 20060316 (320)
En la carta, fechada el 22 de febrero, fiesta de la Cátedra de San Pedro, Benedicto XVI recuerda que en marzo de 1946, "un grupo de eclesiásticos, reunidos en un pseudo-sínodo, que se arrogó el derecho de representar a la Iglesia, atentó gravemente contra la unidad eclesial. Se intensificó la violencia contra los que habían sido fieles a la unidad con el Obispo de Roma, provocando ulteriores sufrimientos y obligando a la Iglesia a regresar a las catacumbas".
A pesar de todas estas pruebas, continúa el Santo Padre, gracias a Dios, "la Iglesia greco-católica no desapareció y "siguió dando testimonio de la unidad, la santidad, la catolicidad y apostolicidad de la Iglesia de Cristo".
El Papa pide que este aniversario estimule a la comunidad greco-católica ucraniana "a profundizar en su vínculo íntimo con el Sucesor de Pedro" y subraya que "en el paciente camino de la fe vivida cada día, en la comunión con los sucesores de los Apóstoles, (...) la comunidad católica ucraniana ha logrado conservar viva la sagrada Tradición en su integridad".
"Para que este precioso patrimonio de la "Paradosis" se mantenga en toda su riqueza, es importante asegurar la presencia de los dos grandes ejes de la de la única Tradición -el latino y el oriental-, ambos con la multiplicidad de manifestaciones históricas que Ucrania ha sabido expresar".
Benedicto XVI termina poniendo de relieve que la "misión de la Iglesia greco-católica en plena comunión con Pedro es doble: mantener visible en la Iglesia católica la tradición oriental y favorecer el encuentro de las tradiciones, testimoniando no solo su compatibilidad, sino también su profunda unidad la diversidad".
BXVI-CARTA/UNIDAD SUCESOR PEDRO/HUSAR VIS 20060316 (320)
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