CIUDAD DEL VATICANO, 20 FEB 2006 (VIS).-Los miembros del Consejo de Administración de la Fundación Juan Pablo II para el Sahel fueron recibidos hoy en el Vaticano por Benedicto XVI.
El Papa saludó al obispo Jean-Pierre Bassène, de Kolda (Senegal), presidente de ese consejo de administración, y recordó que la fundación, instituida en 1980, nació de la solidaridad de los fieles, particularmente de Alemania, que respondieron generosamente al llamamiento lanzado por Juan Pablo II el 10 de mayo de 1980 en Ouagadougou (Burkina Faso) "a favor de los pueblos del Sahel, entonces enfrentados a las consecuencias de una sequía dramática".
"Confiada a la responsabilidad de los obispos de los países comprometidos en la lucha contra la desertización de esta región de África -prosiguió el Papa-, la Fundación se ha desarrollado plenamente como una obra de la Iglesia, poniendo de relieve -a través de numerosos proyectos realizados a lo largo de más de veinte años- que el amor al prójimo, que es una tarea para cada fiel, pero lo es también para toda la comunidad eclesial, debe expresarse con gestos concretos".
El Santo Padre concluyó su breve discurso animando a los miembros de la Fundación "a perseguir con determinación, gracias a la ayuda del Pontificio Consejo "Cor Unum", esta obra de fraternidad cristiana, que es un servicio al entero ser humano y que contribuye también al diálogo interreligioso y a la revelación del amor de Dios a los habitantes de esta tierra".
AC/FUNDACION SAHEL/BASSENE VIS 20060220 (250)
El Papa saludó al obispo Jean-Pierre Bassène, de Kolda (Senegal), presidente de ese consejo de administración, y recordó que la fundación, instituida en 1980, nació de la solidaridad de los fieles, particularmente de Alemania, que respondieron generosamente al llamamiento lanzado por Juan Pablo II el 10 de mayo de 1980 en Ouagadougou (Burkina Faso) "a favor de los pueblos del Sahel, entonces enfrentados a las consecuencias de una sequía dramática".
"Confiada a la responsabilidad de los obispos de los países comprometidos en la lucha contra la desertización de esta región de África -prosiguió el Papa-, la Fundación se ha desarrollado plenamente como una obra de la Iglesia, poniendo de relieve -a través de numerosos proyectos realizados a lo largo de más de veinte años- que el amor al prójimo, que es una tarea para cada fiel, pero lo es también para toda la comunidad eclesial, debe expresarse con gestos concretos".
El Santo Padre concluyó su breve discurso animando a los miembros de la Fundación "a perseguir con determinación, gracias a la ayuda del Pontificio Consejo "Cor Unum", esta obra de fraternidad cristiana, que es un servicio al entero ser humano y que contribuye también al diálogo interreligioso y a la revelación del amor de Dios a los habitantes de esta tierra".
AC/FUNDACION SAHEL/BASSENE VIS 20060220 (250)
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