CIUDAD DEL VATICANO, 17 DIC 2005 (VIS).-Al recibir esta mañana al tercer grupo de prelados de la Conferencia Episcopal de Polonia que acaban de realizar su visita "ad limina", el Santo Padre ofreció unas reflexiones sobre el papel de los laicos en la Iglesia.
Tras poner de relieve que el "ambiente más esencial en la estructura de la Iglesia es el de la parroquia", el Papa dijo que "la exigencia principal y más importante es que constituya una "comunidad eclesial" y una "familia eclesial". Además del "papel insustituible de los sacerdotes, de modo particular de los párrocos, (...) es importante la participación activa de los laicos en la formación de la comunidad. (...) La colaboración de los consejos pastorales se debe llevar a cabo según el espíritu de solicitud común por el bien de los fieles".
El Santo Padre subrayó la necesidad de que los pastores mantengan un "vivo contacto con las diversas comunidades de apostolado que trabajan en el ámbito de la parroquia" y de que haya "una colaboración entre las mismas comunidades", sin permitir "rivalidades entre ellas".
Los pastores, continuó, deben hacer lo posible para que los fieles "sean conscientes de la grandeza del don de la Eucaristía y se acerquen a ella con mucha frecuencia", tanto en la misa y en la comunión, como en la adoración. En este contexto, pidió que los sacerdotes cuidasen de los niños y jóvenes monaguillos y que atendieran pastoralmente "a las jóvenes que participan de modo activo, según su papel, en la liturgia. De este servicio pastoral -aseguró- pueden salir muchos frutos para las vocaciones sacerdotales y religiosas".
Refiriéndose a los movimientos eclesiales, Benedicto XVI recordó el deber del obispo diocesano de mantener "un contacto vivo con ellos, alentándoles a obrar conforme al carisma reconocido por la Iglesia, y a evitar, al mismo tiempo, que se cierren a la realidad que les rodea". Por lo que concierne a los movimientos que están en contacto con las iglesias no católicas, afirmó que los obispos deben "estar atentos para que se interprete correctamente el ecumenismo", buscando la "verdad y no fáciles compromisos que pueden llevar a los movimientos católicos a perder la propia identidad".
El Papa señaló que aquellos que ocupan lugares importantes en la sociedad o que se dedican a la política, necesitan la ayuda de la Iglesia, distinguiendo claramente "entre las acciones que los fieles, individual o colectivamente, realizan en nombre propio, como ciudadanos, guiados por la conciencia cristiana, o las acciones que realizan en nombre de la Iglesia en comunión con sus pastores".
El Santo Padre terminó refiriéndose al tema del voluntariado, que abarca la atención a pobres, enfermos, personas solas, discapacitados físicos o mentales. "Sé que en Polonia -afirmó- se está desarrollando el voluntariado cuyo objetivo es la defensa de la vida humana. (...) Todas estas personas esperan el aliento y el apoyo moral de los obispos, sacerdotes y de toda la comunidad de los creyentes".
"Las misiones -concluyó- son otro campo de la vida de la Iglesia, en el que se comprometen los voluntarios. Cada vez hay más laicos que parten para los países de misión, para trabajar según su preparación profesional y los propios talentos, y al mismo tiempo, para dar un testimonio de amor cristiano a los habitantes de las regiones más pobres del mundo. Es una actividad digna de admiración y de reconocimiento".
AL/.../POLONIA VIS 20051219 (570)
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