CIUDAD DEL VATICANO, 11 OCT 2005 (VIS).-Esta tarde, durante la decimocuarta Congregación General, intervinieron los delegados fraternos que participan en el Sínodo de los Obispos y posteriormente tomaron la palabra varios padres sinodales. El presidente delegado de turno fue el cardenal Juan Sandoval Iñiguez.
Al inicio de la sesión, el arzobispo Nikola Eterovic, secretario general del Sínodo de los Obispos, recordó que hoy es el 43 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y la memoria litúrgica del beato Juan XXIII.
Ofrecemos a continuación extractos de las intervenciones de los delegados fraternos y padres sinodales:
S.E. JOHANNIS (ZIZIOULAS), METROPOLITANO DE PERGAMO, PRESIDENTE EMERITO DE LA ACADEMIA DE ATENAS (GRECIA). "Es para mí un gran honor tener la oportunidad de hablar a este venerable Sínodo de los Obispos y de traerle los saludos fraternos y los buenos auspicios del Patriarca Ecuménico Bartolomé de la Iglesia de Constantinopla. La invitación dirigida a nuestra Iglesia de enviar un delegado fraterno a este Sínodo es un gesto de gran importancia ecuménica. Respondemos con gratitud y amor. Nosotros ortodoxos nos sentimos profundamente gratificados por el hecho de que también vuestro Sínodo considera la Eucaristía fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia. Es muy importante que los católicos romanos y los ortodoxos puedan decirlo con una sola voz. Tal vez haya aún algunas cosas que dividen a nuestras Iglesias, pero ambas creemos que la Eucaristía es el centro de la Iglesia. Es sobre esta base que podemos continuar el diálogo teológico oficial entre nuestras dos Iglesias, que está entrando en una nueva fase. La eclesiología eucarística puede guiarnos en nuestros esfuerzos para superar mil años de división. De hecho, es un pecado tener las mismas convicciones con respecto a la importancia de la Eucaristía sin ser capaces de compartirla en una misma Mesa".
REV. FILIPPO VASYLTSEV, PATRIARCADO DE MOSCU (RUSIA). "La Eucaristía es el punto central e importantísimo en la vida de la Iglesia y para todos los cristianos. Por eso, el debilitamiento de la conciencia eucarística lleva a la destrucción de la conciencia eclesiástica, y también a errores en la comprensión de los valores cristianos. (...) Nos gustaría que nuestra experiencia de la vida eucarística, tanto la histórica como la actual, sea útil y pueda ayudar a la Iglesia católica romana (...) No hay que olvidar que en la Iglesia ortodoxa rusa la preparación a la comunión incluye, además de la preparación interior, la Regla (el ayuno severo de tres días, la visita a la Iglesia en esos tres días, oraciones por la comunión, un ayuno eucarístico especial después de la medianoche) y la confesión obligatoria. Por otra parte, la Iglesia no ve estas reglas severas como una obligación, sino como una medida que se ha creado históricamente según las tradiciones, para aplicarla a sí mismo".
S.E. MOR SEVERIUS MALKE MOURAD, PATRIARCADO SIRO-ORTODOXO (SIRIA). "En nuestra Iglesia Siro-ortodoxa celebramos la Liturgia Divina en siro-arameo, la lengua de Nuestro Señor Jesús; y durante la Liturgia Divina se recitan exactamente las mismas palabras que pronunció Jesús en el Cenáculo. Y el sacerdote que celebra este sacramento lo debe hacer solo. Estoy orgulloso de vivir en el Monasterio de San Marcos, en la Ciudad Antigua, en Jerusalén, donde Jesús celebró su Ultima Cena. (...) La presencia de Cristo en la Sagrada Eucaristía no es sólo corpórea, sino que está presente en toda su plenitud de humanidad y divinidad. (...) El apóstol San Pablo exhorta al creyente a prepararse espiritualmente antes de recibir la Sagrada Comunión con fe, respeto y con una conciencia purificada; debería purificar el propio cuerpo y observar el ayuno desde la medianoche que precede al rito de la Comunión. Antes teníamos la costumbre de que los niños recibieran el sacramento de la Eucaristía justo después de haber recibido el sacramento del Bautismo, el Crisma".
S.E. NAREG (MANOUG) ALEMEZIAN, OBISPO: OFICIAL ECUMENICO DE LA GRAN CASA DE CILICIA (ARMENIA). "La palabra armenia utilizada para indicar la Sagrada Eucaristía es "Surp Patarag", que significa el Santo Sacrificio. En la vida litúrgica de la Iglesia estamos al servicio de Dios (liturgia) y ofrecemos el sacrificio de acción de gracias (Eucaristía) por los dones que hemos recibido de El. La Sagrada Eucaristía está centrada en el don del sacrificio de nuestro salvador y genera una comunión de amor con Dios y con nuestros hermanos por medio de la potencia del Espíritu Santo. (...) Al valorar el papel constructivo de los diálogos ecuménicos bilaterales y multilaterales y al discutir sobre el tema "la Iglesia como comunión", aliento a todos a comprometerse en el estudio de la eclesiología eucarística, que sitúa la unidad de la Iglesia en la celebración local de la Sagrada Eucaristía presidida por el obispo en comunión con sus hermanos obispos. En este sentido, el obispo tiene el deber de hacerse cargo del rebaño que le ha confiado el Buen Pastor, cuidándolo con un amor que se revela plenamente al partir el único pan para una comunión espiritual y universal en el cuerpo místico de Cristo".
S.G. JOHN HIND, OBISPO DE CHICHESTER (GRAN BRETAÑA). "Traigo el saludo del arzobispo de Canterbury y la petición de que recen por los anglicanos, que se encuentran en un momento difícil. (...) ¿Cuándo es oportuno compartir la Sagrada Comunión? ¿Cómo se interpreta la recepción pública de la Comunión por parte del protestante Frère Roger Schutz? La Eucaristía no es cuestión de rito o de ceremonia, sino un beneficio de la nueva vida en Cristo. Si debemos ser verdaderos cristianos, deben existir criterios de reconocimiento recíproco. No es menos importante la medida en que nos toleramos unos a otros. (...) En la Eucaristía no se celebra nuestra amistad, sino más bien nuestra reconciliación con Dios que crea nuestra amistad. (...) Si la Eucaristía misma es "Mysterium fidei", entonces nuestra amistad o comunión en la Iglesia es un "misterion", es decir, que estamos hablando de algo que no podemos comprender solamente con la razón. (...) Estar unidos a Cristo en su oferta nos orienta no sólo hacia Dios, sino también hacia cada uno de nuestros hermanos y hermanas, por los que, en su maravillosa diversidad, el Hijo de Dios dio su vida".
CARDENAL GERALDO MAJELLA AGNELO, ARZOBISPO DE SAO SALVADOR DA BAHIA (BRASIL). "Sabemos que desde los primeros siglos del cristianismo se prestó una atención especial a los fieles que no podían participar en la celebración del sacrifico eucarístico, y por este motivo se instituyó la conservación de la Eucaristía para afrontar las causas de este impedimento. (...) Deseo poner de relieve la situación de los enfermos, de los prisioneros o de los ancianos que tienen problemas para poder caminar autónomamente. Creo que sería oportuno y necesario preparar a los fieles laicos para que puedan promover la visita del presbítero para la reconciliación sacramental y llevar la comunión eucarística. Muchas personas se sienten solas por falta de familiares cercanos, o porque se les deja en casas de reposo u hospitales, o porque al carecer de ayuda para caminar, están obligadas a estar en la cama, sin posibilidad de recibir visitas de parientes y amigos, o incluso son rechazados porque no son productivos. En un mundo en el que hay tantos medios de comunicación, muchas veces las personas, aunque no estén enfermas, viven aisladas y en silencio. Sin embargo, en el momento del sufrimiento se muestran susceptibles y necesitadas de la bondad y de la misericordia de Dios. De esta manera, Dios necesita nuestros brazos y nuestro testimonio para realizar la experiencia de su amor".
SE/DECIMOCUARTA CONGREGACION/... VIS 20051012 (1250)
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