CIUDAD DEL VATICANO, 21 OCT 2005 (VIS).-Al final del concierto celebrado ayer por la tarde en el Vaticano, en honor de Benedicto XVI, el Papa dio las gracias al director de la Orquesta Filarmónica de Munich y a los miembros del coro de la catedral de Ratisbona y del Athestis Chorus.
El Santo Padre aseguró sentirse orgulloso de que el coro de la catedral de Ratisbona lo haya dirigido "con pasión durante treinta años mi hermano Georg, y ahora, con el maestro Roland Büchner, se encuentra de nuevo en muy buenas manos".
Refiriéndose a las piezas interpretadas y a sus autores, desde Palestrina hasta Richard Wagner, desde Wolfgang Amadeus Mozart hasta Giuseppe Verdi y Hans Pfitzner, dijo: "Nos habéis hecho experimentar algo de la inmensidad de la creatividad musical, que en definitiva, siempre se ha nutrido de las raíces cristianas de Europa. Aunque Wagner, Pfitzner y Verdi nos conducen a nuevas zonas de la experiencia de la realidad, sin embargo, subyace siempre y en modo eficaz el fundamento común del espíritu europeo formado por el cristianismo. También en este concierto hemos podido experimentar una vez más cómo una música de gran nivel nos purifica y nos eleva; en definitiva, nos hace sentir la grandeza y la belleza de Dios".
Benedicto XVI concluyó expresando el deseo de que "la armonía del canto y de la música, que non conoce barreras sociales y religiosas, represente una constante invitación para que los creyentes y todas las personas de buena voluntad busquen juntas el lenguaje universal del amor que hace a los seres humanos capaces de construir un mundo de justicia y solidaridad, de esperanza y de paz".
BXVI-CONCIERTO/CRISTIANISMO/... VIS 20051021 (290)
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