CIUDAD DEL VATICANO, 12 ABR 2005 (VIS).-El cardenal Bernard Law, arcipreste de la basílica de Santa María la Mayor, presidió ayer tarde en la basílica de San Pedro la cuarta misa de los novendiali (novenario de misas) por el descanso eterno del alma de Juan Pablo II. La Misa, celebrada a las 17,00, fue para los capítulos de las basílicas patriarcales.
En su homilía, en italiano, el cardenal Law dijo: "Esta basílica de San Pedro, señala el lugar de la muerte y de la sepultura del Pescador. Aquí, en la colina del Vaticano, Pedro siguió al Señor hasta el final, y a través del misterio pascual entró en la gloria del Paraíso. Aquí, de nuevo, Juan Pablo II ha seguido al Señor hasta el final. (...) Aquí, en esta basílica, el cuerpo del Santo Padre espera la resurrección, mientras rezamos para que su alma goce ya desde ahora el descanso eterno de los bienaventurados".
"La basílica de San Pablo Extramuros -prosiguió- señala el sepulcro del segundo fundador de la nueva Roma, la Roma construida sobre la sangre de los mártires. El corazón misionero de San Pablo le llevó a predicar sin descanso a todos los pueblos. Como ningún otro, también el Papa Juan Pablo II, siguiendo el ejemplo de San Pablo, fue hasta los confines de la tierra para predicar a Jesucristo y a Cristo crucificado. La basílica de San Pablo Extramuros fue también el lugar donde nuestro Santo Padre rezaba por la unidad de todos aquellos que creen en Cristo, el lugar especial de su compromiso ecuménico".
"San Juan de Letrán -explicó- es la iglesia catedral de Roma", la iglesia del obispo de Roma, es decir del Papa. "En estos últimos días hemos visto y tocado casi el testimonio más conmovedor del amor del pueblo fiel de Roma por su pastor, el Papa Juan Pablo II. Un amor que el Papa devolvía centuplicado".
Después, recordando el amor de Juan Pablo II por la Virgen María y la promoción "entre los católicos de la devoción mariana auténtica", el purpurado, se refirió a la "última visita del Santo Padre a la basílica de Santa María la Mayor, que tuvo lugar en la solemnidad del último Corpus Christi, cuando acompañó al Santísimo Sacramento en procesión desde San Juan de Letrán".
"En estos días increíbles -agregó-, nuestra fe y nuestra esperanza se han reforzado al ver a un joven Karol Wojtyla reflejado en los rostros de millones de jóvenes peregrinos procedentes de Italia, de Polonia y de otros innumerables países". El cardenal habló de los "años jóvenes del Papa, cuando su amor por los seres humanos encendió el fuego del Espíritu Santo en tantos, especialmente entre tantos que entonces eran jóvenes. Lo hemos visto también en sus últimos años de mayor fragilidad, cuando en su debilidad encontró nuevas fuerzas en el Señor".
El cardenal dedicó sus últimas palabras a San Estanislao, "el gran obispo de Cracovia, que fue asesinado en esta fecha del año 1079 mientras celebraba la Misa en la Iglesia de San Miguel. Su sepulcro se encuentra en la catedral de Cracovia y cerca de esa tumba el sacerdote Karol Wojtyla recibió la ordenación episcopal. Hoy, memoria litúrgica de San Estanislao, unimos nuestros corazones al de don Estanislao, el arzobispo Dziwisz, durante cuatro décadas fiel secretario de Juan Pablo II, para desearle en este difícil momento un feliz onomástico".
.../NOVENDIALI: CAPITULOS BASILICA/LAW VIS 20050412 (580)
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