CIUDAD DEL VATICANO, 25 FEB 2005 (VIS).-Juan Pablo II ha escrito una carta de pésame por la muerte, el pasado martes 22 de febrero, de monseñor Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación. El documento fue leído por el cardenal Joseph Ratzinger, legado pontificio en la misa fúnebre celebrada ayer en el Duomo de Milán, a la que asistieron unas 30.000 personas.
"He recibido con gran emoción -escribe el Santo Padre- la noticia de la muerte del querido monseñor Luigi Giussani, tras un largo período de enfermedad que aceptó con espíritu de abandono sereno a la voluntad divina y de participación generosa en el misterio de la cruz de Cristo".
"Me he encontrado varias veces con monseñor Giussani -prosigue- y he admirado su fe ardiente que se traducía en un testimonio cristiano capaz de suscitar, especialmente entre los jóvenes, una acogida amplia y convencida del mensaje evangélico. Doy gracias al Señor por el don de su vida, entregada sin reservas, en la adhesión coherente a la propia vocación sacerdotal, en la escucha constante de las necesidades del ser humano contemporáneo y en el servicio valiente a la Iglesia. Su entera acción apostólica se podría resumir en la invitación franca y decidida que dirigía a cuantos a él se acercaban, a un encuentro personal con Cristo, respuesta plena y definitiva a las esperanzas más profundas del corazón humano".
"Don Giussani propuso la 'compañía' de Cristo a muchísimos jóvenes", recuerda el Papa, "abandonando cualquier perspectiva de carrera para dedicarse a la formación de los estudiantes. Su actividad evangelizadora comenzó en los años sesenta, presentando las verdades de la fe con un diálogo abierto e incesante, con una docilidad coherente con el magisterio de la Iglesia y sobre todo con un testimonio ejemplar de vida. Así nació el movimiento de Comunión y Liberación, que creció en el curso de los años gracias al ardor apostólico de este ferviente sacerdote ambrosiano". San Ambrosio, padre y doctor de la Iglesia, es el patrono de la archidiócesis de Milán.
"Cristo y la Iglesia: esta es la síntesis de su vida y de su apostolado. Sin separar jamás uno de otra, comunicó a su alrededor un amor verdadero por el Señor y por los diversos Papas que conoció personalmente".
"Defensor de la razón del ser humano -concluye el Papa-, don Giussani fue un conocedor profundo de la literatura y de la música y valorizó el arte como camino que lleva al Misterio. Seguido de los adherentes al Movimiento que fundó, difundido ya en tantos países del mundo, escuchado con respeto incluso por personas de fe diversa y de responsabilidades profesionales diferentes, me gusta recordarlo como maestro de humanidad y defensor de la religiosidad grabada en el corazón del ser humano".
JPII-CARTA/FUNERAL GIUSSANI/MILAN VIS 20050225 (470)
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