CIUDAD DEL VATICANO, 1 ENE 2005 (VIS).-A las 10,00, el Santo Padre presidió en la basílica vaticana la celebración de la Santa Misa en la solemnidad de Santa María Madre de Dios, con ocasión de la XXXVIII Jornada Mundial de la Paz. El celebrante principal fue el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano.
En la homilía, el Papa dijo que la Jornada Mundial de la Paz "invita a los cristianos y a todos los hombres de buena voluntad a renovar su decidido compromiso a construir la paz. Esto presupone la acogida de una exigencia moral fundamental, bien expresada en las palabras de san Pablo: 'No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien' (Rm 12, 21)", tema del mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de este año.
"Ante las múltiples manifestaciones del mal, que por desgracia hieren a la familia humana -continuó-, la exigencia prioritaria es promover la paz, utilizando medios coherentes, dando importancia al diálogo, a las obras de justicia, y educando en el perdón".
Juan Pablo II subrayó que "cada uno puede contribuir a la paz de todos venciendo al mal con las armas del amor. Los cristianos y los creyentes de las diferentes religiones, junto con quienes se reconocen en la ley moral universal, están llamados a caminar por esta senda. Queridos hermanos y hermanas, ¡nuestra misión común es promover la paz sobre la tierra! Que la Virgen María nos ayude a poner en práctica las palabras del Señor 'Bienaventurados los pacíficos, porque serán llamados hijos de Dios'".
Al mediodía, el Santo Padre se asomó a la ventana de su estudio privado para rezar el Angelus con miles de personas que abarrotaban la Plaza de San Pedro.
"La Santísima Virgen -afirmó- ofrece al mundo el Mesías, que es la bendición de Dios para cada ser humano y para el mundo entero. Las felicitaciones que nos intercambiamos hoy están basadas en esta bendición: deseos de bien, pues en Cristo Dios nos ha colmado de todo bien; deseos de paz, pues 'El es nuestra paz'".
Tras recordar lo que ha escrito en el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, que "el mal pasa por la libertad humana", el Papa subrayó que éste "es derrotado cuando la libertad, impulsada por la gracia, se orienta firmemente al bien, es decir, en definitiva, hacia Dios".
"Que María, Reina de la paz -terminó-, nos ayude a todos a construir juntos este bien fundamental de la convivencia humana. Sólo de esta manera el mundo podrá avanzar por los caminos de la justicia y de la solidaridad fraterna".
Después del Angelus y antes de felicitar el nuevo año en diferentes lenguas, Juan Pablo II aseguró una vez más su oración "por las víctimas de la catástrofe en el continente asiático y por sus familiares. Constato -dijo- la solidaridad humana en todo el mundo. La esperanza en días mejores durante el año que comienza hoy se fundamenta en este sentido de solidaridad humana y en la ayuda de Dios".
HML/JORNADA MUNDIAL PAZ/... VIS 20050103 (420)
No hay comentarios:
Publicar un comentario