CIUDAD DEL VATICANO, 7 NOV 2003 (VIS).-El Papa recibió hoy a 200 participantes en un seminario organizado por la Fundación Robert Schuman para la Cooperación de los Demócratas Cristianos de Europa, entre ellos, 120 ex alumnos. En un discurso que les dirigió en inglés, dijo que el estadista que da nombre a la fundación dedicó su "vida política al servicio de los valores fundamentales de la libertad y de la solidaridad, plenamente comprendidos a la luz del Evangelio".
"Como cristianos comprometidos en la vida pública -subrayó- os habéis reunido para reflexionar sobre las perspectivas que se han abierto actualmente en Europa", entre ellas, la construcción de la "nueva" Europa, que "exige la búsqueda de un equilibrio adecuado entre el papel de la Unión y el de los estados miembros, y entre los desafíos ineludibles que la globalización plantea al continente y el respeto de sus rasgos históricos y culturales, las identidades nacionales y religiosas de sus pueblos, y las contribuciones específicas de cada país miembro".
El Santo Padre señaló que "para que esto ocurra, es necesario que Europa reconozca y preserve su patrimonio más apreciado, formado por aquellos valores que le han garantizado y siguen garantizándole una providencial influencia en la historia de la civilización. (…) Muchas raíces culturales han ayudado a consolidar esos valores, ya que es innegable que el cristianismo ha sido la fuerza capaz de promoverlos, reconciliarlos y consolidarlos. Por este motivo, es lógico que el futuro del tratado constitucional europeo, cuyo fin es lograr 'la unidad en la diversidad', haga una mención explícita de las raíces cristianas del continente. ¡Una sociedad que olvida su pasado se expone al riesgo de no ser capaz de afrontar el presente -y peor todavía- de llegar a convertirse en víctima de su futuro!".
"A este respecto -añadió Juan Pablo II-, me complace observar que muchos de vosotros venís de países que se preparan para entrar en la Unión, países en los que el cristianismo ha proporcionado con frecuencia una ayuda decisiva en el camino hacia la libertad. Desde este punto de vista, podéis notar fácilmente qué injusto sería para la Europa de hoy ocultar la contribución fundamental realizada por los cristianos para la caída de los regímenes opresivos de todo tipo y la construcción de la auténtica democracia".
El Papa señaló que "las críticas que se hacen a menudo contra la actividad política no justifican una actitud de escepticismo desinteresado por parte de los católicos, que en cambio tiene el deber de asumir la responsabilidad del bienestar de la sociedad".
AC/EUROPA:CRISTIANISMO/.. VIS20031107 (420)
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