CIUDAD DEL VATICANO, 25 DIC 2002 (VIS) - A medianoche, Juan Pablo II celebró en la basílica vaticana la Santa Misa del Gallo en la solemnidad de la Natividad del Señor.
En la homilía, el Papa dijo que "Jesús nace para la humanidad que va en busca de libertad y de paz; nace para todo hombre oprimido por el pecado, necesitado de salvación y sediento de esperanza. (...) Dios responde en esta noche al clamor incesante de los pueblos: ¡Ven, Señor, s lvanos!; su eterna Palabra de amor ha asumido nuestra carne mortal".
"El Verbo -continuó- ha entrado en el tiempo: ha nacido el Emmanuel, el Dios-con-nosotros. En las catedrales y en las basílicas, así como en las iglesias más pequeñas y diseminadas por todos los lugares de la tierra, se eleva con emoción el canto de los cristianos: 'Hoy nos ha nacido el Salvador'".
"He aquí el icono de la Navidad -afirmó el Santo Padre-: un recién nacido endeble, que las manos de una mujer envuelven con ropas pobres y acuestan en el pesebre. ¿Quién puede pensar que aquel pequeño ser humano es el 'Hijo del Altísimo'? Sólo Ella, su Madre, conoce la verdad y guarda su misterio. (...) También para nosotros, hombres del tercer milenio, es posible encontrar a Cristo y contemplarlo con los ojos de María. La noche de Navidad se convierte así en escuela de fe y vida".
El Papa subrayó que "el Niño acostado en la pobreza de un pesebre es la señal de Dios. (...) Es señal de esperanza para toda la familia humana; señal de paz para cuantos sufren a causa de todo tipo de conflictos; señal de liberación para los pobres y los oprimidos; señal de misericordia para quien se encuentra en el círculo vicioso del pecado; señal de amor y de consuelo para quien se siente solo y abandonado. Señal pequeña y fr gil, humilde y silenciosa -concluyó-, pero rica de la fuerza de Dios, que se hizo hombre por amor".
HML;MISA DEL GALLO;...;...;VIS;20021230;340;
En la homilía, el Papa dijo que "Jesús nace para la humanidad que va en busca de libertad y de paz; nace para todo hombre oprimido por el pecado, necesitado de salvación y sediento de esperanza. (...) Dios responde en esta noche al clamor incesante de los pueblos: ¡Ven, Señor, s lvanos!; su eterna Palabra de amor ha asumido nuestra carne mortal".
"El Verbo -continuó- ha entrado en el tiempo: ha nacido el Emmanuel, el Dios-con-nosotros. En las catedrales y en las basílicas, así como en las iglesias más pequeñas y diseminadas por todos los lugares de la tierra, se eleva con emoción el canto de los cristianos: 'Hoy nos ha nacido el Salvador'".
"He aquí el icono de la Navidad -afirmó el Santo Padre-: un recién nacido endeble, que las manos de una mujer envuelven con ropas pobres y acuestan en el pesebre. ¿Quién puede pensar que aquel pequeño ser humano es el 'Hijo del Altísimo'? Sólo Ella, su Madre, conoce la verdad y guarda su misterio. (...) También para nosotros, hombres del tercer milenio, es posible encontrar a Cristo y contemplarlo con los ojos de María. La noche de Navidad se convierte así en escuela de fe y vida".
El Papa subrayó que "el Niño acostado en la pobreza de un pesebre es la señal de Dios. (...) Es señal de esperanza para toda la familia humana; señal de paz para cuantos sufren a causa de todo tipo de conflictos; señal de liberación para los pobres y los oprimidos; señal de misericordia para quien se encuentra en el círculo vicioso del pecado; señal de amor y de consuelo para quien se siente solo y abandonado. Señal pequeña y fr gil, humilde y silenciosa -concluyó-, pero rica de la fuerza de Dios, que se hizo hombre por amor".
HML;MISA DEL GALLO;...;...;VIS;20021230;340;
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