CIUDAD DEL VATICANO, 7 FEB 2002 (VIS) - Juan Pablo II recibió esta mañana a los participantes en la XXIV asamblea plenaria del Pontificio Consejo "Cor Unum", que están reflexionando sobre el tema del voluntariado.
El Papa puso de relieve que el voluntariado ofrece a la sociedad "el testimonio del valor de la gratuidad, (...) que se contrapone al individualismo, por desgracia difuso en nuestras sociedades, especialmente en las opulentas. Frente a intereses económicos, que con frecuencia parecen constituir la categoría dominante de las relaciones sociales, la acción de los voluntarios subraya la centralidad del hombre. La persona en cuanto tal merece ser servida y amada siempre, especialmente cuando es debilitada por el mal o por el sufrimiento o cuando es marginada y vilipendiada".
Los creyentes, continuó, "comprometidos en múltiples campos de acción humanitaria, pueden convertirse para los no creyentes en un verdadero y propio estímulo para experimentar la profundidad del mensaje evangélico. Muestran de modo concreto que el Redentor del hombre está presente en el pobre y en el que sufre y quiere ser reconocido y amado en todas las criaturas humanas".
"Para que este testimonio sea incisivo, espero -añadió- que cuantos trabajan en asociaciones e instituciones católicas de voluntariado sigan el modelo de los numerosos santos de la caridad, que con su existencia han trazado en la Iglesia un surco de heroísmo evangélico luminoso. Que cada uno se preocupe de encontrar personalmente a Cristo, que colma de amor el corazón de los que quieren servir al prójimo".
El Santo Padre concluyó agradeciendo la solicitud de "Cor Unum", que "en numerosas ocasiones, a veces en contextos dolorosos y trágicos, ha hecho llegar la caridad del Papa. En particular, me gustaría recordar el compromiso reciente en la asistencia a los prófugos de Afganist n, como también en otras regiones de la tierra afectadas por la guerra o por las calamidades naturales".
AC;VOLUNTARIADO;...;CON-CU;VIS;20020207;320;
El Papa puso de relieve que el voluntariado ofrece a la sociedad "el testimonio del valor de la gratuidad, (...) que se contrapone al individualismo, por desgracia difuso en nuestras sociedades, especialmente en las opulentas. Frente a intereses económicos, que con frecuencia parecen constituir la categoría dominante de las relaciones sociales, la acción de los voluntarios subraya la centralidad del hombre. La persona en cuanto tal merece ser servida y amada siempre, especialmente cuando es debilitada por el mal o por el sufrimiento o cuando es marginada y vilipendiada".
Los creyentes, continuó, "comprometidos en múltiples campos de acción humanitaria, pueden convertirse para los no creyentes en un verdadero y propio estímulo para experimentar la profundidad del mensaje evangélico. Muestran de modo concreto que el Redentor del hombre está presente en el pobre y en el que sufre y quiere ser reconocido y amado en todas las criaturas humanas".
"Para que este testimonio sea incisivo, espero -añadió- que cuantos trabajan en asociaciones e instituciones católicas de voluntariado sigan el modelo de los numerosos santos de la caridad, que con su existencia han trazado en la Iglesia un surco de heroísmo evangélico luminoso. Que cada uno se preocupe de encontrar personalmente a Cristo, que colma de amor el corazón de los que quieren servir al prójimo".
El Santo Padre concluyó agradeciendo la solicitud de "Cor Unum", que "en numerosas ocasiones, a veces en contextos dolorosos y trágicos, ha hecho llegar la caridad del Papa. En particular, me gustaría recordar el compromiso reciente en la asistencia a los prófugos de Afganist n, como también en otras regiones de la tierra afectadas por la guerra o por las calamidades naturales".
AC;VOLUNTARIADO;...;CON-CU;VIS;20020207;320;
No hay comentarios:
Publicar un comentario