CIUDAD DEL VATICANO, 31 ENE 2002 (VIS) - El Santo Padre inauguró esta mañana el año académico de la Universidad de Estudios "Roma Tre" con motivo del décimo aniversario de su fundación. Actualmente la universidad tiene ocho facultades en las que estudian 33.000 alumnos y enseñan 700 profesores.
La ceremonia, que comenzó a las 9,45, se celebró en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras. Después del saludo del rector, Guido Fabiani, un profesor pronunció un discurso titulado "la evolución del concepto de paz: un itinerario histórico", al que siguieron unas palabras de la ministra de Instrucción, Universidad e Investigación, Letizia Moratti.
El Papa llegó a las 11,00. Tras recibir el saludo del rector y de uno de los estudiantes, se dirigió a los profesores y alumnos.
"La tarea esencial de la Universidad -dijo- es ser c tedra para la búsqueda de la verdad", como las que conciernen a "las leyes del conocimiento, de la convivencia, del uso de las ciencias; y a verdades más profundas, como las que tienen que verá con el sentido del actuar humano y con los valores que animan la actividad individual y comunitaria".
Juan Pablo II subrayó que "la humanidad tiene necesidad de c tedras de verdad y si la Universidad es un crisol del saber, los que trabajan ahí deben tener como brújula del propio actuar la honradez intelectual, gracias a la cual es posible separar lo falso de lo verdadero, la parte del todo, el instrumento del fin".
"La persona -continuó- es subjetividad espiritual y material, capaz de espiritualizar la materia, haciéndola dócil instrumento de las propias energía espirituales, es decir, de la inteligencia y de la voluntad. Al mismo tiempo, es capaz de dar una dimensión material al espíritu".
El Santo Padre señaló que "la fe ilumina el cuadro de referencia fundamental de los valores irrenunciables grabados en el corazón de cada uno. Basta leer la historia con ojos objetivos, para darse cuenta de lo importante que ha sido la religión en la formación de las culturas y cuanto ha plasmado con su influjo todo el 'habitat' humano. Ignorarlo o negarlo no es solo un error de perspectiva, sino también un mal servicio a la verdad sobre el hombre. ¿Por qué tener miedo de abrir el conocimiento y la cultura a la fe? La pasión y el rigor de la investigación no tienen nada que perder en el diálogo sapiencial con los valores que se hallan en la religión".
"El encuentro de Asís del jueves pasado -terminó- ha mostrado como el auténtico espíritu religioso promueve un diálogo sincero que abre los ánimos a la comprensión recíproca y al entendimiento en el servicio a la causa del hombre".
JPII-VISITA;...;...;UNIVERSIDAD ROMA TRE;VIS;20020131;440;
La ceremonia, que comenzó a las 9,45, se celebró en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras. Después del saludo del rector, Guido Fabiani, un profesor pronunció un discurso titulado "la evolución del concepto de paz: un itinerario histórico", al que siguieron unas palabras de la ministra de Instrucción, Universidad e Investigación, Letizia Moratti.
El Papa llegó a las 11,00. Tras recibir el saludo del rector y de uno de los estudiantes, se dirigió a los profesores y alumnos.
"La tarea esencial de la Universidad -dijo- es ser c tedra para la búsqueda de la verdad", como las que conciernen a "las leyes del conocimiento, de la convivencia, del uso de las ciencias; y a verdades más profundas, como las que tienen que verá con el sentido del actuar humano y con los valores que animan la actividad individual y comunitaria".
Juan Pablo II subrayó que "la humanidad tiene necesidad de c tedras de verdad y si la Universidad es un crisol del saber, los que trabajan ahí deben tener como brújula del propio actuar la honradez intelectual, gracias a la cual es posible separar lo falso de lo verdadero, la parte del todo, el instrumento del fin".
"La persona -continuó- es subjetividad espiritual y material, capaz de espiritualizar la materia, haciéndola dócil instrumento de las propias energía espirituales, es decir, de la inteligencia y de la voluntad. Al mismo tiempo, es capaz de dar una dimensión material al espíritu".
El Santo Padre señaló que "la fe ilumina el cuadro de referencia fundamental de los valores irrenunciables grabados en el corazón de cada uno. Basta leer la historia con ojos objetivos, para darse cuenta de lo importante que ha sido la religión en la formación de las culturas y cuanto ha plasmado con su influjo todo el 'habitat' humano. Ignorarlo o negarlo no es solo un error de perspectiva, sino también un mal servicio a la verdad sobre el hombre. ¿Por qué tener miedo de abrir el conocimiento y la cultura a la fe? La pasión y el rigor de la investigación no tienen nada que perder en el diálogo sapiencial con los valores que se hallan en la religión".
"El encuentro de Asís del jueves pasado -terminó- ha mostrado como el auténtico espíritu religioso promueve un diálogo sincero que abre los ánimos a la comprensión recíproca y al entendimiento en el servicio a la causa del hombre".
JPII-VISITA;...;...;UNIVERSIDAD ROMA TRE;VIS;20020131;440;
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