Ciudad
del Vaticano, 12 de enero de 2016 (Vis).-''El nombre de Dios es
misericordia'', el libro-entrevista del Papa Francisco con el
periodista italiano Andrea Tornielli, sale hoy en 86 países y ha
sido presentado esta mañana en el Instituto Augustinianum de Roma
por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin y por el actor
Roberto Benigni durante un encuentro moderado por el director de la
Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi SI.
También han estado presentes monseñor Giuseppe Costa (director de
la Libreria Editrice Vaticana, (LEV) y Zhang Agostino Jianquing, un
detenido de la cárcel italiana de Padua convertido al cristianismo
que el pasado año recibió el bautismo, la eucaristía y la
confirmación . Algunas palabras del premio Oscar , Roberto Benigni,
que formaban parte de una de sus lecturas dedicadas a ''Los Diez
Mandamientos'' fueron citadas por el Papa en una homilía pronunciada
durante el Te Deum de fin de año en 2014, en la que habló de la
debilidad del ser humano, a veces propenso a la esclavitud y al
pecado por miedo a la libertad.
El
volumen, que lleva la firma del Papa en la cubierta de las ediciones
en italiano, español, francés, inglés y portugués, se articula en
nueve capítulos. Comienza con ''El tiempo de la misericordia'' y
concluye con ''Para vivir bien el Jubileo''. A lo largo de los otros
siete capítulos Francisco dialoga con Andrea Tornielli -con quien
habló durante cuatro horas este verano en la Casa de Santa Marta y
que le planteó cuarenta preguntas- sobre diversas cuestiones cuyo
hilo central es la misericordia, ''carnet de identidad de Dios'',
como afirma el Pontífice. La confesión que no es ''ni una
tintorería, ni una tortura'' y debe fundarse en la escucha y no en
el interrogatorio; el reconocerse pecadores, la condena de la Iglesia
del pecado pero el abrazo al pecador, el reconocimiento del Papa de
que él también necesita la misericordia divina, la necesidad de
levantarse después de la caída, la constatación de que la lógica
de Dios es una lógica de amor que escandaliza a los doctores de la
Ley y de que la adhesión formal a las reglas lleva a la degradación
del estupor por la salvación que Dios ofrece, son algunos de los
argumentos afrontados por el Santo Padre. No olvida tampoco en el
capítulo 7 recordar que la corrupción es un pecado elevado a
sistema, ni reiterar más adelante que la compasión vence la
globalización de la indiferencia, mientras advierte poco antes de
acabar el volumen que practicar obras de misericordia es la piedra de
parangón de los cristianos.
En
el libro, considerado ya por muchos una síntesis del magisterio y
del pontificado de Francisco, el Santo Padre explica al vaticanista
del diario italiano ''La Stampa'', sirviéndose de sus recuerdos de
juventud y de episodios relacionados con su experiencia de pastor
las razones que le han llevado a convocar un Año Santo de la
Misericordia, palabra clave de su enseñanza.
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