Ciudad
del Vaticano, 9 de septiembre de 2015 (Vis).-La
relación entre la familia y la comunidad cristiana, ''un vínculo,
por así decirlo, "natural", porque la iglesia es una
familia espiritual y la familia es una pequeña iglesia'', fue el
tema elegido por el Papa para la catequesis de la audiencia general
de los miércoles en la Plaza de San Pedro.
La
comunidad cristiana, es la casa de los que creen en Jesús como
fuente de fraternidad entre todos los hombres. La Iglesia camina
entre los pueblos, en la historia de los hombres y mujeres, de los
padres y las madres, de los hijos y las hijas. ''Esta -explicó el
Pontífice- es la historia que importa al Señor. Los grandes
eventos de las potencias mundanas se escriben en los libros de
historia, y permanecen allí. Pero la historia de los afectos humanos
se escribe directamente en el corazón de Dios y es la historia que
permanece para la eternidad. Este es el lugar de la vida y de la fe.
La familia es el lugar de nuestra iniciación - insustituible,
indeleble - a esta historia, de
vida
plena que culminará
en la contemplación de Dios por toda la eternidad en el cielo,
pero empieza en la familia''.
También
el Hijo de Dios aprendió la historia humana de esta manera, y la
recorrió hasta el final...Después, cuando salió de Nazaret y
comenzó su vida pública, ''formó a su alrededor una comunidad, una
"asamblea", un con-vocación de personas. Este es el
significado de la palabra "iglesia".
En
los Evangelios, la asamblea de Jesús asume la forma ''de una
familia hospitalaria, no de una secta exclusiva, cerrada''.
''Nos encontramos -observó Francisco- con Pedro y con Juan, pero
también con los hambrientos y los sedientos, los forasteros y los
perseguidos,la pecadora y el publicano, los fariseos y las
multitudes. Y Jesús no cesa de acoger a todos y de hablar con ellos
, incluso con los que ya no esperan encontrarse con Dios en su vida.
¡Es una fuerte lección para la Iglesia! Los mismos discípulos
fueron elegidos para hacerse cargo de esta asamblea, de la familia de
los invitados de Dios''.
Para
que en nuestros días siga viva la realidad de la asamblea de Jesús,
''es indispensable reavivar la alianza entre la familia y la
comunidad cristiana. Podríamos decir -afirmó el Papa- que la
familia y la parroquia son los dos lugares en los que se realiza la
comunión de amor que tiene su fuente última en Dios mismo. Una
Iglesia, realmente según el Evangelio, no puede por menos que tener
la forma de un hogar acogedor, con las puertas abiertas, siempre.
Las iglesias,
las
parroquias,
las instituciones con las puertas cerradas, no se pueden llamar
iglesias, se deben llamar museos''.
''Hoy
esta alianza es crucial -recalcó el Obispo de Roma- Contra los
"centros de poder " ideológicos, financieros y políticos,
ponemos nuestras esperanzas en estos centros de amor,
evangelizadores, llenos de calor humano, basados en la solidaridad y
la participación y
también en el perdón entre nosotros. Por
supuesto, se necesita una fe generosa para encontrar la
inteligencia y el coraje de renovar esta alianza. Las familias a
veces retroceden, diciendo que no están a la altura... ¡Pero nadie
está a la altura!... Sin la gracia de Dios, no podremos hacer nada.
Todo
se nos da gratis. Y
el Señor nunca viene a una nueva familia sin hacer algún milagro.
Recordemos lo que hizo en las bodas de Caná, Sí, el Señor, si nos
ponemos en sus manos, nos hace cumplir milagros:
esos
milagros de todos los días, cuando el Señor está allí, en
aquella familia''.
Naturalmente
la comunidad cristiana debe hacer su parte. Por ejemplo, ''...
favoreciendo el diálogo interpersonal y la comprensión y el
respeto mutuo. ¡Que las familias tomen la iniciativa y se sienten
responsables de aportar sus preciosos dones a la comunidad!-exclamó
el Santo Padre al final de su catequesis- Todos debemos ser
conscientes de que la fe cristiana se juega en el campo abierto de la
vida compartida con todos. La familia y la parroquia deben cumplir
el milagro de una vida más comunitaria para la entera sociedad''.
Después
de las catequesis, en los saludos a los diversos grupos de fieles, el
Papa señaló que hoy se celebra la memoria litúrgica del jesuita
Pedro Claver, patrono de las misiones en África y exhortó a que el
ejemplo del santo, con su incansable servicio a los últimos
empujase a los jóvenes a elegir la solidaridad con los
necesitados;que su vigor espiritual ayudara a los enfermos a llevar
la cruz con valor y su amor por Cristo fuera modelo para los recién
casados del amor que debe ocupar el centro de la familia.
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