Ciudad
del Vaticano, 14 noviembre 2014
(VIS).- Ha tenido lugar esta mañana, en la Oficina de Prensa de la
Santa Sede, una conferencia para presentar el III Congreso mundial de
los Movimientos eclesiales y de las nuevas comunidades. Promovido y
organizado por el Pontificio Consejo para los Laicos, y bajo el tema:
La alegría del Evangelio: Una alegría misionera..., se celebrará
del 20 al 22 de noviembre en el Pontificio Colegio Maria Mater
Ecclesiae de Roma.
Han
intervenido en el acto el cardenal Stanislaw Rylko, Presidente del
Pontificio Consejo para los Laicos; el obispo Josef Clemens,
secretario del mismo dicasterio; Maria Voce; Presidente del
Movimiento de los Focolares; y Jean-Luc Moens, Presidente de Fidesco,
jóvenes voluntarios en proyectos de evangelización y desarrollo, y
miembro del Pontificio Consejo ''Cor Unum''.
El
cardenal Rylko en su intervención ha hablado de cómo el Magisterio
pontificio ha visto en el fenómeno de los movimientos ''una
corriente de gracia, un don y una respuesta oportuna del Espíritu
Santo a los graves desafíos que el mundo actual lanza a la misión
de la Iglesia''. Ha recordado que para san Juan Pablo II los
movimientos eran ''motivo de esperanza para la Iglesia y para los
hombres'', igual que para el Papa Benedicto XVI, que vio en ellos
''incursiones nuevas del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia,
fuertes maneras de vivir la fe e incluso una provocación saludable
que la Iglesia siempre necesita, así como "minorías
creativas", decisivas para el futuro de la humanidad''. Y ha
añadido que el Papa Francisco está en perfecta continuidad con sus
predecesores.
El
congreso contará con la presencia de unas trescientas personas
-fundadores, moderadores y delegados generales- que representarán a
cientos de movimientos y nuevas comunidades, todo ello con una amplia
dimensión internacional. A ellos se unirá un gran número de
pastores, obispos y sacerdotes. El prelado ha explicado también que
la novedad de este congreso es que el gran encuentro con el Papa ya
tuvo lugar el día de Pentecostés de 2013, con motivo de la
celebración del Año de la Fe, y ha añadido que el tema del
congreso expresa con claridad que ''nuestro trabajo se guía por la
Exhortación Apostólica Evangelii gaudium... Aquí aparece el gran
desafío que el Papa Francisco nos presenta -ha dicho-. Él quiere
una Iglesia ''que salga'' hacia las periferias geográficas y
existenciales de nuestro mundo, una Iglesia que se preocupe y esté
cerca especialmente de todos los pobres, los que sufren y son
excluidos, producto amargo de la ''cultura del descarte'' que hoy
domina... Y es exactamente esto -ha concluido- el gran y fundamental
desafío que el pueblo de los movimientos quiere acoger durante este
tercer congreso mundial''.
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