Ciudad
del Vaticano, 9 enero 2014
(VIS).-El cardenal Velasio De Paolis C.S., Delegado Pontificio para
la congregación de los Legionarios de Cristo, inauguró ayer con una
misa el Capítulo General Extraordinario de esa congregación. La
misa, que se celebró en el Centro de Estudios Superiores de la
Legión de Cristo en Roma, estuvo precedida por una novena al
Espíritu Santo en la que participaron todos los Legionarios y por
una semana de retiro de los padres capitulares.
Tras
un camino de renovación, que ha durado tres años y medio, siguiendo
el mandato preciso de Benedicto XVI, el Capítulo tendrá que
nombrar al nuevo gobierno de la congregación y aprobar las nuevas
constituciones.
En
su homilía el cardenal De Paolis, subrayó que la revisión de las
constituciones no podía considerarse “simplemente como un trabajo
técnico” sino que debía estar acompañada “por un camino de
examen de la propia vida, de revisión y de renovación espiritual
del Instituto” . Por eso no serán solo “un código de leyes”
que una a los Legionarios “sólo externamente en la disciplina”,
sino “un texto que sea expresión de una común vocación, de un
común ideal, de una común visión y de un común camino de
santidad”.
Refiriéndose
al nombramiento del nuevo gobierno del Instituto, el purpurado
reiteró que el deber primario de los superiores es “custodiar y
promover el carisma del Instituto” que “no se puede garantizar
sino en el servicio de la autoridad ejercida según el espíritu del
evangelio y en fidelidad a las normas de la Iglesia... De modo
particular , vosotros debéis tenerlo presente, pues habéis conocido
una historia de sufrimiento que es importante no olvidar. Sobre este
tema el nuevo texto constitucional pone especial atención y
cuidado”.
El
cardenal, recordando el camino de preparación que culmina con el
Capítulo General, ha invitado a la Legión de Cristo a tener
“esperanza en el Señor que ha preservado vuestra vocación; en la
Legión que con vosotros se presenta a este Capítulo con nuevas
fuerzas y nuevos horizontes; en la Iglesia que os ha acompañado,
particularmente a través del Papa Benedicto XVI quien, en el momento
más trágico de vuestra historia, ha confiado en vosotros creyendo
en vuestra capacidad de renovación y de fidelidad al Señor; y
también os ha acompañado a través del actual Sumo Pontífice
Francisco, que ha querido estar presente en este momento tan
importante.”
“Habéis
sufrido mucho, dentro de vosotros y también fuera -concluyó el
Delegado Pontificio- Habéis sufrido la vergüenza de ser acusados,
mirados con sospecha, expuestos a la opinión pública, incluso al
interno de la Iglesia. Habéis sabido aceptar este sufrimiento por
amor a vuestra vocación, a la Iglesia y a la Legión. El sufrimiento
os ha purificado, os ha hecho madurar. Os ha hecho experimentar la
gracia del Señor y de su amor, que os ha llamado a participar en el
misterio de la redención por medio de la cruz y del dolor. También
habéis participado en el dolor de aquellos que han sufrido a causa
de algunos miembros de la Legión. Y habéis escogido el único modo
que el Evangelio conoce para la redención del mal: no la fuga, no el
rechazo, no la condena a los demás, sino la participación, la
solidaridad y el amor que entra en el pecado y en el dolor mismos
para redimirlos desde dentro”.
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