Ciudad
del Vaticano, 13 diciembre 2013
(VIS).-Un abeto “internacional”. Así ha definido esta mañana el
Santo Padre el árbol de Navidad, crecido en la frontera entre
Alemania y la República Checa que adornará en estas fiestas la
Plaza de San Pedro y cuyas luces se encienden esta tarde.
Recibiendo
a la comunidad de Waldmünchen (Alemania) -que dista unos 18 kms del
confín con la República Checa y que ha regalado el gran abeto de la
plaza y otros más pequeños que decorarán otros lugares del
Vaticano- el Santo Padre ha hablado de la “cercanía espiritual y
la amistad que unen a toda Alemania y, en particular a Baviera, con
la Santa Sede, en el surco de la tradición cristiana que ha
fecundado la cultura, la literatura y el arte de esa nación y de
Europa entera”.
El
árbol será admirado por tantos romanos, peregrinos y turistas que
acuden a la Plaza de San Pedro en esta época navideña en la que
“resuena en todos los lugares el alegre anuncio del ángel a los
pastores de Belén...que fueron envueltos en una gran luz”. “Hoy
también Jesús -ha afirmado Francisco- sigue disipando las tinieblas
del error y el pecado para traer a la humanidad la alegría de la
resplandeciente luz divina, de la que el árbol navideño es signo y
recuerdo. Dejemos que nos envuelva la luz de la verdad porque la
alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que
se encuentran con Jesús”.
El
Santo Padre se ha despedido de la comunidad de Waldmünchen
deseándoles, al igual que a sus familias y compatriotas, una feliz
Navidad y pidiéndoles que rezaran por él.
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