Ciudad
del Vaticano, 6 diciembre 2013
(VIS).-El arzobispo Dominique Mamberti, Secretario para las
Relaciones con los Estados, ha intervenido en la XX reunión del
Consejo de ministros de la Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa (OSCE) que concluye hoy en Kiev (Ucrania). Ese
país ostenta actualmente la presidencia de dicho organismo.
El
arzobispo se ha referido a los diversos ámbitos de acción de la
OSCE a lo largo del pasado año, notando con agrado, por cuanto
respecta al área politico-militar “la actualización
satisfactoria del Documento OSCE sobre la no proliferación de armas”
. A pesar de ese resultado, la Santa Sede manifiesta su preocupación
por la ausencia de progresos en la actualización del Documento de
Viena que es “esencial para asegurar más transparencia en las
actividades de equipamiento militar de los estados participantes,
requisito previo para la estabilidad y la seguridad de la región”.
En
materia económica-ambiental, el prelado ha solicitado “mayor
voluntad política y un compromiso más acentuado, comparable a los
evidenciados en otras dimensiones”, reafirmando el interés de la
Santa Sede por la salvaguardia de la creación y el aprecio por el
énfasis que la presidencia ucraniana ha dado a las actividades
ligadas al ahorro energético y a las fuentes de energía renovables.
Otra
tema abordado ha sido el de las migraciones. “Según la Santa Sede
-ha dicho el Secretario para las Relaciones con los Estados - los
derechos de los emigrantes deben ser fundamentales. Incluso en
tiempos de crisis financiera, los emigrantes no deben considerarse
nunca en términos de su función económica como mano de obra
temporal o como residentes permanentes. Su dignidad de personas debe
tener la precedencia sobre cualquier otra consideración. En este
contexto, también ha denunciado el “problema persistente del
tráfico de seres humanos. Un crimen odioso que debe perseguirse con
todos los medios legales disponibles.”
En
el ámbito de la dimensión “humana” y de las libertades de
pensamiento, de conciencia y de religión, monseñor Mamberti ha
afirmado que era “inquietante” observar que dieciesiete siglos
después del Edicto de Milán, que concedía a los súbditos del
Imperio romano la libertad religiosa, “en la región de la OSCE son
siempre más numerosos los ataques contra los cristianos, motivados
por prejuicios. Cuando hablamos de negación de la libertad religiosa
y de intolerancia, en particular contra los cristianos, pensamos
inmediatamente en algunos países fuera de la OSCE ... No debemos
olvidar que hay episodios de intolerancia o de marginación de la
religión o de los creyentes también en las sociedades democráticas,
donde por suerte, no hay persecuciones violentas”.
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