Ciudad
del Vaticano, 26 noviembre 2013
(VIS).- El arzobispo Lorenzo Baldisseri, interviniendo en la
conferencia de prensa se ha centrado en los aspectos de la
exhortación apostólica “Evangelii Gaudium” que se refieren a la
sinodalidad, mientras el arzobispo Claudio Maria Celli se ha referido
a la parte concerniente a la comunicación
“El
documento Evangelii Gaudium del Santo Padre Francisco -ha dicho
mons. Baldisseri- nace de la XIII Asamblea General Ordinaria del
Sínodo de los Obispos sobre “La nueva evangelización para la
transmisión de la fe cristiana” (2012), como un anuncio de alegría
a los cristianos y a todos los discípulos y misioneros y a toda la
humanidad. El Santo Padre ha tenido en sus manos las Proposiciones de
los Padres sinodales, las hizo propias, reelaborándolas en modo
personal, y escribió un documento programático y exhortativo,
utilizando la fórmula de "Exhortación Apostólica", cuya
centralidad es la misionariedad, a todo campo. Lo que llama la
atención desde la primera página es la presentación gozosa del
Evangelio – por esto Evangelii Gaudium - que se expresa incluso por
la repetición, en todo el texto, de la palabra " alegría "
hasta un máximo de 59 veces”.
El
Papa ha tenido en cuenta las Proposiciones citándolas 27 veces.
Sobre esta base, a partir de las reflexiones de los Padres sinodales,
desarrolla la Exhortación en un sólido marco doctrinal, fundado en
referencias bíblicas y magisteriales, con una presentación temática
de los diversos aspectos de la fe, en el que se afirman los
principios y las doctrinas encarnadas en la vida. Este desarrollo se
enriquece con referencias a los Padres de la Iglesia, entre ellos San
Ireneo, San Ambrosio y San Agustín - por citar algunos - además se
apoya en la contribución de los Maestros medievales, como el Beato
Isaac de Stella, San Tomás de Aquino y Tomás de Kempis; entre los
teólogos modernos aparecen el beato John Henry Newman, Henri de
Lubac y Romano Guardini, y otros escritores, entre ellos Georges
Bernanos.
En
particular, hay que tener en cuenta, en el texto, de varias
referencias a las Exhortaciones apostólicas como Evangelii nuntiandi
de Pablo VI (13 citas), y otras post-sinodales como la Christifideles
laici; Familiaris Consortio, Pastores dabo Vobis, Ecclesia in África,
in Asia, in Oceanía, in América, in Medio Oriente, in Europa;
Verbum Domini. Además, está la atención dada a los
pronunciamientos de las Conferencias Episcopales de América Latina,
como los documentos de Puebla y Aparecida; a los de los Patriarcas
Católicos de Oriente Medio en la XVI Asamblea, a los de las
Conferencias Episcopales de la India, Estados Unidos, Francia,
Brasil, Filipinas y el Congo.
“El
tema de la sinodalidad se introduce ya en la parte inicial que trata
de “La transformación misionera de la Iglesia”. En la
perspectiva de la "Iglesia en salida" (n. 20) "de la
salida de sí hacia el hermano" (nº 179), el Santo Padre
propone una "pastoral en conversión" de 360 grados” y
“se siente que desea incluir en esta "pastoral en conversión"
una especial atención a la expresión colegial del ejercicio del
primado”.
“Refiriéndose
al Concilio Vaticano II, en analogía con las antiguas Iglesias
patriarcales, el Santo Padre desea que las Conferencias Episcopales
puedan “desarrollar una obra múltiple y fecunda a fin de que el
afecto colegial tenga una aplicación concreta” (Lumen Gentium, n.
22, Evangelium Gaudium, n. 32). Esta expresión de sinodalidad
ayudaría a atribuciones concretas acerca de la autoridad doctrinal y
de gobierno Bajo el punto de vista ecuménico - gracias también a la
experiencia de la presencia en el Sínodo del Patriarcado de
Constantinopla y del arzobispo de Canterbury -, la sinodalidad se
expresa de un modo especial, ya que, a través del diálogo “con
los hermanos ortodoxos, los católicos tenemos la posibilidad de
aprender algo más sobre el sentido de la colegialidad episcopal y
sobre su experiencia de la sinodalidad" (n. 246).
Por
su parte el arzobispo Claudio Maria Celli ha hablado de la “dimensión
comunicativa en la nueva evangelización” a la luz de la
exhortación apostólica
En
el documento “emerge sobre todo la conciencia -ha
dicho el prelado- del Papa acerca de lo que está aconteciendo en
el mundo de hoy, en el campo de la salud, la educación, y la
comunicación... y hace referencia a las evidentes innovaciones
tecnológicas”.
“Sin
duda, se trata de progreso y de éxitos, sin embargo el Papa, es
totalmente consciente de que la sociedad de la información actual,
nos satura indiscriminadamente con datos, todos al mismo nivel y que
terminan conduciéndonos a una tremenda superficialidad a la hora de
plantear las cuestiones morales. Por consiguiente -ha continuado-,se
hace necesaria verdadera educación que enseñe a pensar
críticamente y que ofrezca un camino de maduración en valores. El
documento reconoce que las mayores posibilidades de comunicación
también pueden traducirse en amplias posibilidades de encuentro con
todos. De aquí la exigencia de descubrir y trasmitir la mística
del vivir juntos, de mezclarnos, de encontrarnos”.
Asimismo
ha explicado que una amplia parte del texto se dedica a analizar cómo
se comunica el mensaje de la Iglesia. “El Papa es consciente de la
velocidad de la comunicación moderna y de cómo, a veces, los
medios de comunicación realizan una selección interesada de
distintos contenidos. Por este motivo se corre el riesgo que el
mensaje aparezca mutilado y reducido sólo a aspectos
secundarios...Frente a estos riesgos el Papa cree conveniente ser
realistas, es decir, no dar por supuesto que nuestros
interlocutores conozcan el trasfondo completo de lo que decimos o que
puedan conectar nuestro discurso con el núcleo esencial del
Evangelio”. De ahí que Francisco insista en que “el anuncio
debe concentrarse en lo esencial, que es lo más bello, lo más
grande,lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario. La
propuesta se simplifica sin perder por ello profundidad y verdad”.
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