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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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miércoles, 14 de octubre de 2009

DECIMOCUARTA CONGREGACION GENERAL


CIUDAD DEL VATICANO, 13 OCT 2009 (VIS).-Esta tarde, a las 16,30, en presencia del Santo Padre, comenzó la decimocuarta Congregación General para la "Relatio post disceptationem" (Relación después de la discusión). El presidente delegado de turno fue el cardenal Francis Arinze, prefecto emérito de la Congregación para el  Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Estaban presentes 223 Padres Sinodales.

  Ofrecemos a continuación un amplio extracto de la "Relatio post disceptationem", leída por el relator general, el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, arzobispo de Cape Coast (Ghana).

LA CELEBRACIÓN DE LA SEGUNDA ASAMBLEA: ¿AFLICCIONES O DESAFÍOS?

Muchos cambios positivos han sido registrados tanto en la Iglesia como en el conjunto de la sociedad africana desde la Primera Asamblea Especial para África (...) No obstante, hay aún muchas sombras dentro de la Iglesia y la Sociedad, quince años después de la conclusión de la Primera Asamblea.

Los Padres Sinodales han citado muchas instancias y reflexiones acerca de estas "sombras" en las diversas sesiones de esta Asamblea. Así, en

Las Iglesias locales:

Los Padres Sinodales han reconocido la insuficiente apreciación del papel de la mujer y la juventud en sus comunidades locales, y su pobre formación en la fe. Los políticos y otros servidores civiles no siempre han gozado del acompañamiento y la formación que los hubiera capacitado para testimoniar adecuadamente su fe, en la vida y en el trabajo. El uso de los medios de comunicación debe desarrollarse más allá de las estaciones de radio locales. El testimonio de la Iglesia se ve a veces comprometido por la dificultad que algunos agentes pastorales encuentran en ser fieles a sus votos, vocaciones y estados de vida.

La Esfera Socio-Cultural:

(...) Muchos Padres Sinodales lamentan el destino de la familia en África (...)y consideran la institución bajo seria amenaza de inestabilidad y disolución a causa de la pobreza, los conflictos, las creencias y prácticas tradicionales (brujería) y las enfermedades, principalmente la malaria y el VIH SIDA (...)Pero los Padres Sinodales describen también de varias formas el feroz ataque a la familia y la afín institución fundamental del matrimonio, venido desde fuera de África y atribuible a diversas fuentes.

 (...) Las mujeres, aludidas en la Primera Asamblea Especial para África como "bestias de carga", han comenzado a acceder en ciertos países  a puestos de relevancia y liderazgo en leyes, política, economía e ingeniería. Pero son también "recursos sin explotar" en algunos países, en los que sufren la exclusión de las funciones sociales, la herencia, la educación y la toma de decisiones.

(...) El argumento de la emigración merece una mención especial, sobre todo en relación a las emergentes legislaciones en los países occidentales, que parecen diseñadas para mantener alejados a los africanos. La Asamblea está igualmente invitada a considerar el tema de la etnicidad. Cuando se desarrollan acuerdos exclusivistas, se destruye la vida en comunidad, volviéndose ésta intolerante hacia las otras culturas y grupos étnicos, como una suerte de racismo.

La Esfera Socio-política: 

Aparte de la sola mención de la estabilidad política en Senegal, el Gobierno democrático de Sudáfrica y el creciente éxito de Ghana con su Gobierno democrático, muchas de las referencias a las políticas y Gobiernos en el Continente han sido muy críticas por varias razones, y han propuesto que las Iglesias locales establezcan capellanías y acompañen a los políticos con una formación en las Enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia.

La Esfera Socio-Económica:

"Pobre" y "pobreza" han sido dos expresiones recurrentes que los Padres Sinodales han usado generalmente refiriéndose a sus países, gobiernos, gentes e Iglesias. La pobreza de la gente ha justificado, en numerosas intervenciones, el emprendimiento por parte de la Iglesia de proyectos de desarrollo (...) En los niveles nacional y gubernamental la Asamblea ha criticado la incidencia de la corrupción y los sobornos y la negociación de contratos con inversores, concretamente las industrias de extracción, que no han aportado beneficios a la gente, sino que han causado conflictos y degradación ambiental.

La industrialización es baja en la mayor parte de países africanos, cuyas economías son agrícolas y productoras de materia prima, (...) por lo que necesitan la asistencia de Gobiernos extranjeros, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para financiar sus presupuestos y llevar a cabo proyectos de desarrollo.

De acuerdo con esto, la Iglesia debe ver las presentes y persistentes sombras en África como desafíos y oportunidades para crecer en intimidad con el Señor. Los desafíos de los que se trata y otros muchos mencionados en la Asamblea (medioambiente, tráfico de armas, etc…) nos invitan a una verdadera conversión de los corazones.

EL FORTALECIMIENTO DE LA FE EN CRISTO

A la Asamblea se le recordó una vez que "Un Sínodo de Obispos no puede ser entendido como una sesión especial para África de las Naciones Unidas con sus declaraciones públicas".. Éste es un poderoso recordatorio para la Asamblea Sinodal de su condición de congregación de la Iglesia y de Asamblea de fe que, con el poder del Espíritu Santo, profesa su fe en Dios y en Cristo, Su Hijo, y que se ha reunido para discernir la voluntad de Dios y la dirección que quiere para su Familia en África.

(...) Así, los Padres Sinodales han afirmado en varias de sus intervenciones la centralidad de Cristo en el Tema del Sínodo y la necesidad de aproximarse a él y vivirlo desde dicha centralidad. (...) De este modo toda forma de experiencia y práctica del tema Sinodal (reconciliación, justicia y paz), necesita ser "evangelizada" por el Evangelio.

CRISTO, NUESTRA RECONCILIACIÓN

(...) Es nuestra relación en Cristo con Dios y con los demás lo que reclama la reconciliación; y su propósito es reparar y restaurar la comunión que el pacto con Dios y nuestra filiación en Cristo establecen, pero que el pecado amenaza y destruye.

 (...) Los Padres Sinodales han escuchado los testimonios de la urgencia de reconciliación de los enemigos, considerándolos un ejercicio de amor  verdadero y misericordioso. La liturgia y el sacramento de la Penitencia ofrecen momentos privilegiados para su celebración.

Los Padres Sinodales han contado también numerosos métodos tradicionales de reconciliación, sorprendidos de que algunos elementos de dichas celebraciones tradicionales no puedan enriquecer las formas de celebración de los sacramentos en la Iglesia. Haciéndolo, no habría confusión sobre la eficacia de la celebración; porque, como se ha dicho en la Asamblea, "la buena nueva de la preciosa sangre de Cristo, dada para la redención del mundo, transforma el cáliz de los sufrimientos de las muchas víctimas de las matanzas en el Continente". ¡Ello exige una espiritualidad, no una estrategia!

CRISTO, NUESTRA JUSTICIA

La Reconciliación, como se ha observado también en la Asamblea, es la restauración de la justicia y de las justas exigencias de las relaciones.

(...) La Justicia (rectitud) de Dios y de Su Reino es una Revelación que está destinada a ser la rectitud para el ser humano (...) Es la Revelación de Cristo que "murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores" donde se prueba el Amor de Dios por nosotros. Es, por tanto, la Revelación de Cristo, nuestra Justicia y Rectitud.

(...) La justicia de la diakonía cristiana y la justicia para nuestros cristianos que viven en la Iglesia en África, es la justicia del Reino, y su principal característica es que se ejerce en el amor y la misericordia. (...) La compensación no es su propósito principal, sino que se busca la salvación a través de la admisión de la culpa y el perdón.

CRISTO, NUESTRA PAZ

Paz es un término cuya definición (como "educación", como "desarrollo", y como "justicia") ha sido muy citado por los Padres Sinodales. (...) La Paz en Cristo no tiene sólo el sentido secular de ausencia de conflicto, la presencia de armonía en el hogar y dentro de la familia , seguridad y prosperidad individual y comunal (nacional). La "paz" no es sólo cuando los seres humanos y sus sociedades cumplen con sus respectivos deberes y reconocen los derechos de otras personas y sociedades y no es sólo uno de los resultados de trabajar por la justicia .  La paz es, esencialmente trascendente al mundo y a los esfuerzos humanos. Es un todo determinado por Dios y conferido a los hombres y mujeres justos.

(...) Pero también como justos portadores de la paz de Cristo en la Tierra, tenemos que recordar, como hicimos con la justicia, que la paz es una actividad que va más allá de la estricta justicia  y que requiere amor. Deriva de la comunión con Dios y apunta al bienestar del hombre (humanidad).


DISCÍPULOS, SERVIDORES DE LA RECONCILIACIÒN, LA JUSTICIA Y LA PAZ

(...) Para asegurar su misión de reconciliación, de justicia y de paz, La Iglesia Familia de Dios en África debe tomar conciencia de su identidad, pensar su modo de ser y de actuar, preocupándose por la verdad y la fidelidad, en ésta su misión: tiene que reconciliarse consigo misma y modelarse conforme al Cristo Servidor. La comunión entre los pastores, su testimonio de vida, sus relaciones con los colaboradores y el tratamiento de sus empleados son otros tantos ámbitos por explorar.

LA FAMILIA

(...) La gran estima por la institución familiar es notable en todas las culturas africanas. (...) Los Padres Sinodales han denunciado vigorosamente que las ideologías y los programas internacionales que se imponen a nuestros países, se basan en razones falaces o condicionan la ayuda para el desarrollo. Son nocivas para la familia. (...) Hay una urgencia de redefinir la familia como Iglesia Doméstica, y primer lugar de educación en el amor, la reconciliación, la justicia y la paz.

DIGNIDAD DE LA MUJER Y SU FUNCIÓN AL SERVICIO DE LA RECONCILIACIÓN, LA JUSTICIA Y LA PAZ

La mujer está al servicio de la vida y de la humanización de los otros miembros de la familia. Pero permanece frustrada en su crecimiento por la cultura tradicional (mutilaciones genitales) y burlada en su dignidad por la modernidad (pornografía, prostitución, violaciones y toda suerte de humillaciones en la sociedad). (...) La Iglesia Familia de Dios es interpelada por las grandes injusticias cometidas contra ellas. Tienen necesidad de ser reconocidas en la sociedad, tanto como en la Iglesia, en tanto que miembros activos comprometidos en la vida eclesial. Su contribución al desarrollo y la salvaguarda de la familia humana, incluso en tiempos de conflictos, debe ser reconocida y apreciada en su justo valor (...) Los padres Sinodales están llamados a transformar sus miradas y pensamientos sobre la mujer y tener la audacia de reconocer que su potencial, ya demostrado en la gestión de la  vida familiar, podría hacer mucho más por la Iglesia.
En consecuencia, una Evangelización que profundice en la cultura tradicional, las liberará de ciertas conductas y costumbres contrarias al Evangelio y todavía en práctica en muchas sociedades.

El SECTOR SOCIO RELIGIOSO

El miedo y las incertidumbres caracterizan la vida de fe en muchas poblaciones africanas (desconfianza, sospecha, auto defensa, agresión, charlatanería, adivinación, ocultismo, sincretismo...). (...) Por otra parte, las sectas ejercen un poderoso atractivo sobre los fieles católicos atrapados por los problemas sociales y deseosos de  soluciones rápidas a sus problemas físicos o psíquicos. (...) Los Padres Sinodales han sido invitados por algunos de los oradores a revisar la catequesis fundamental para dar a los fieles los elementos esenciales de la fe cristiana para permitirles conducir una vida de fe en coherencia con los acontecimientos de la vida cotidiana. Una espiritualidad equilibrada puede ayudar a los cristianos a resistir a la presión de las sectas.

En el ámbito de las graves injusticias sufridas (conflictos armados, violencia) los Padres Sinodales han escuchado los relatos conmovedores de las personas que han tenido la experiencia del perdón. De ello resulta que justicia, perdón y verdad son inseparables. Lo que ha sido quebrado no se puede reconstruir a menos  que  el mal se reconozca y se confiese. El perdón solicitado y acordado después de la confesión libera a la víctima y al verdugo y establece una nueva relación, más fuerte. Esta fuerza de amar y perdonar es un don de Dios.

(...) Es crucial convencer a los fieles de Cristo de que los lazos fraternos establecidos por Cristo mediante el agua del bautismo y mediante su sangre, son más fuertes que los lazos de sangre biológicos. (...) En consecuencia, la dignidad y el carácter sacro de cada persona debe ser respetado y reconocido, sea quien sea y sea cual sea la situación en que la persona se encuentre. (...) La Eucaristía como fuente y cumbre de la vida cristiana, debería ser el lugar de la mejor expresión de la reconciliación y de la paz. El mismo cuerpo de Cristo nos alimenta y la misma sangre corre por nuestras venas.

(...) La doble dimensión personal y comunitaria de la celebración del sacramento de la reconciliación debe ser fuertemente subrayada. La celebración comunitaria de la reconciliación en algunos  casos, es muy recomendable para restablecer los lazos familiares y sociales, rotos por las situaciones de violencia, conflictos y guerras. El pecado tiene una dimensión social y la reconciliación debe implicar, por tanto, a toda la comunidad.

LA MISIÓN PROFÉTICA DE LA IGLESIA FAMILIA DE DIOS EN ÁFRICA

La Iglesia Familia de Dios, por su naturaleza, por su doctrina social coherente, su expansión geográfica y su preocupación por el único bien del hombre, está mejor situada que cualquier otra organización para hacer frente a los desafíos de la reconciliación, la justicia y la paz en África. (...) Para hablar de reconciliación, de justicia y de paz, y garantizar un compromiso más sensible y más coordinado, es necesario que los obispos hablen con una misma voz en el seno de una misma Conferencia Episcopal (nacional, regional o continental). Hay que crear una sinergia entre todas las instituciones eclesiales (...) para abrazar juntos los diferentes aspectos de la vida y de los compromisos de la Iglesia al servicio de la reconciliación la justicia y la paz.

El desastre provocado por la pandemia del Vih/Sida no ha sido perdido de vista por los Padres Sinodales. (...) La misión de la Iglesia Familia de Dios en África de  hacer vivir a los fieles del Evangelio de Cristo la compromete tanto en la lucha para reducir la estigmatización social de las personas infectadas, como en reemplazar la violencia por el establecimiento de puentes de reconciliación, justicia y paz. Es necesario interpelar  a los poderes públicos, para hablar en nombre de los que no tienen voz. Se ha lanzado un llamamiento a una sinergia y solidaridad más efectivas  para que los enfermos en África reciban los mismos tratamientos que los enfermos europeos.

LAICOS

Los conflictos en África nos remiten a la historia reciente (peligro de exacerbación de los nacionalismos y del concepto de raza que son anti cristianos). Los cristianos son numerosos en la administración pública, en la vida política y en las instancias de decisión (parlamentos). Pero a pesar de ello, las leyes contrarias a la moral cristiana son aprobadas, incluso en la esfera familiar. (...) Los Padres Sinodales han reconocido que no basta formar fieles laicos para el liderazgo político en nuestros países, sino que es preciso también acompañarlos en sus compromisos... para hacer de ellos agentes de cambio de toda la sociedad (buena gestión de las familias y de las responsabilidades sociales y políticas).

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

La cobertura de los conflictos africanos y su manipulación por parte de los medios, constituyen un desafío para la Iglesia Familia de Dios en África. (...) El empuje de los medios de comunicación puede servir igualmente para la difusión de la Buena Nueva en un Continente donde impera todavía una fuerte tradición y cultura oral. 

Una buena formación técnica y religiosa de los comunicadores católicos (doctrina social de la Iglesia, en particular) es prioritaria. (...) Hay que prestar una atención especial a los jóvenes. Ellos son las primeras víctimas de los efectos devastadores de la globalización sobre las costumbres y el sistema de valores

EL CLERO

(...) Es necesario redactar una  "ratio nationalis institutionis sacerdotalis" para favorecer el discernimiento, la formación espiritual y afectiva adaptada a las circunstancias y a las personas. El discernimiento riguroso y una formación espiritual y afectiva, adaptada a las situaciones que harán de ellos personas sólidamente ancladas en sus culturas y fieles a las enseñanzas de la Iglesia.

LA VIDA CONSAGRADA

Los Padres Sinodales están llamados a ayudar a la vida consagrada a mantenerse en su misión profética, y apoyándola en la realización de su misión.

UNA SOLA IGLESIA FAMILIA DE DIOS CON MUCHOS ROSTROS

La Iglesia Familia de Dios, al norte o al sur del Sahara, tiene la misma misión de servicio. Todavía no está en absoluto integrada en la Iglesia Familia de Dios en África. Es una Iglesia " encrucijada ", pero que tiene la vocación de convertirse en una " Iglesia de Pentecostés ", puesto que se vuelve una Iglesia multicultural, gracias a la importante presencia de estudiantes subsaharianos. (...) Pese a su estado de minoría cristiana en un medio musulmán la Iglesia Familia de Dios en el Sahara mantiene una relación de diálogo con el Islam y está comprometida en diversos servicios de la sociedad: social, cultural y educativo. Los obispos Padres Sinodales de estas Iglesias han llamado a sus hermanos en el episcopado  al encuentro y al diálogo con otras religiones, sin complejos, superando los miedos y pesos  del pasado ( por ejemplo, la relación entre el mundo árabe y el África negra) y  a establecer relaciones de colaboración con los musulmanes de buena voluntad, para reducir tensiones.

CONCLUSIÓN

La tarea de los fieles laicos es ser sal de la tierra y luz del mundo, especialmente en los lugares en que sólo los laicos están en condiciones de hacer presente la Iglesia (...).

En este Sínodo se ha expresado la idea de que la Iglesia Familia de Dios en África debe transformarse desde dentro; y debe transformar al Continente y sus Islas como sal y luz. Afronta una misión apostólica que los pastores y otros trabajadores pastorales han articulado de varias formas en esta Asamblea: Liberando al Continente y sus gentes de toda suerte de temores (...) Asegurando una conversión más profunda y permanente, y una sólida formación a todos los niveles; dialogando en todos los ámbitos, incluido el medio ambiental; abogando por las funciones en varios aspectos y necesidades sociales, especialmente, el puesto de las mujeres en la sociedad, la educación de los niños y la juventud; la emigración y las varias formas de movimientos de población, que requieren cuidados pastorales; la desafiante labor de cambiar actitudes y mentalidades, liberándolas de los efectos de un pasado de colonialismo, explotación, etc.; situar al Continente y sus gentes de modo que puedan resistir el huracán de la globalización y los desafíos de una ética global, injustas condiciones de comercio, etnocentrismo, fundamentalismos, etc.

El símbolo polivalente de la sal y la luz, expresa las muchas y variadas formas de la existencia pascual, bajo la cual, la Iglesia Familia de Dios en África debe ponerse al servicio de  la reconciliación, la justicia y la paz (y ahora también de la verdad,  a la que esta Asamblea las  liga estrechamente); y que la luz del Evangelio nos guíe.
SE/DECIMOCUARTA CONGREGACION/...        VIS 20091014 (3170)


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