Inicio - VIS Vaticano - Recibir VIS - Contáctenos - Calendario VIS

El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

últimas 5 noticias

VISnews en Twitter Ver en YouTube

miércoles, 15 de abril de 2009

JUEVES SANTO: MISA DEL CRISMA Y EN LA CENA DEL SEÑOR


CIUDAD DEL VATICANO, 9 APR 2009 (VIS).-Hoy, Jueves Santo, el Papa presidió a las 9,30 en la basílica vaticana la Misa del Crisma, que se celebra en este día en todas las iglesias catedrales del mundo. Concelebraron con el Santo Padre los cardenales, obispos y sacerdotes que se encuentran en Roma. Tras la homilía tuvo lugar la renovación de las promesas sacerdotales y la bendición del óleo de los catecúmenos, de los enfermos y el crisma.

  En la homilía, el Santo Padre comentó la oración del Señor por sus discípulos y por los de "todos los tiempos": "Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad".

  "En el Antiguo Testamento -explicó-, la entrega de una persona a Dios, es decir, su "santificación", se identifica con la ordenación sacerdotal. (…) El sacerdote es sustraído a los lazos mundanos y entregado a Dios, y precisamente así, a partir de Dios, debe estar disponible para los demás, para todos".

  Tras poner de relieve que la palabra de Dios es, por decirlo así, "el lavado que purifica, el poder creador que transforma a los discípulos en el ser de Dios", preguntó: "¿Es ella realmente el alimento del que vivimos, más que lo que pueda ser el pan y las cosas de este mundo? ¿La conocemos verdaderamente? ¿La amamos? ¿Nos ocupamos interiormente de esta palabra hasta el punto de que realmente deja una huella en nuestra vida y forma nuestro pensamiento? ¿O no es más bien nuestro pensamiento el que se amolda una y otra vez a todo lo que se dice y se hace?".

  Refiriéndose posteriormente a las palabras "Conságralos en la verdad", el Santo Padre dijo que significan "hazlos una sola cosa conmigo, Cristo. Únelos a mí. (…) Nuestro ser sacerdotes no es sino un modo nuevo y radical de unión con Cristo. (…) Unirse a Cristo supone la renuncia. Comporta que no queremos imponer nuestro rumbo y nuestra voluntad; que no deseamos llegar a ser esto o lo otro, sino que nos abandonamos a Él, donde sea y del modo que Él quiera servirse de nosotros".

  Benedicto XVI afirmó que "celebrar la Eucaristía quiere decir orar. Celebramos correctamente la Eucaristía cuando entramos con nuestro pensamiento y nuestro ser en las palabras que la Iglesia nos propone".
 
 Por otra parte, añadió, "estar inmersos en la verdad y, así, en la santidad de Dios, también significa para nosotros aceptar el carácter exigente de la verdad; contraponerse tanto en las cosas grandes como en las pequeñas a la mentira que hay en el mundo en tantas formas diferentes".

  "Si nos hacemos uno con Cristo, aprendemos a reconocerlo precisamente en los que sufren, en los pobres, en los pequeños de este mundo; entonces nos convertimos en personas que sirven, que reconocen a sus hermanos y hermanas, y en ellos encuentran a Él".

  A las 17,30, Benedicto XVI presidió en la basílica de San Juan de Letrán la concelebración de la Misa en la Cena del Señor. A imitación del gesto del Señor con los Apóstoles, el Papa lavó los pies a doce sacerdotes. Durante la presentación de los dones, se entregó al Santo Padre una oferta para sostener a la comunidad católica de Gaza.

  Comentando en la homilía el relato de la institución de la Eucaristía, el Papa subrayó que es "oración. Y solamente en ella se cumple el acto sacerdotal de la consagración que se convierte en transformación, transustanciación de nuestros dones de pan y vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo".

  En este mismo episodio, dijo, "la Iglesia orante se fija en las manos y los ojos del Señor", y recordó que en la ordenación sacerdotal, "nuestras manos fueron ungidas, para que fuesen manos de bendición. Pidamos al Señor ahora que nuestras manos sirvan cada vez más para llevar la salvación, para llevar la bendición, para hacer presente su bondad".

  Cuando el canon de la misa reza: "elevando los ojos al cielo, hacia ti, Dios, Padre suyo todopoderoso", "el Señor nos enseña a levantar los ojos y sobre todo el corazón. A levantar la mirada, apartándola de las cosas del mundo, a orientarnos hacia Dios en la oración y así elevar nuestro ánimo".

  El Papa  señaló que el gesto de partir el pan "es propio del padre de familia que se preocupa de los suyos y les da lo que necesitan para la vida. (…) Así, en el gesto mismo se alude ya a la naturaleza íntima de la Eucaristía: ésta es agape, es amor hecho corpóreo. En la palabra "ágape", se compenetran los significados de Eucaristía y amor".

  El cáliz de vino que el Señor da a los discípulos, "es el cáliz glorioso, el cáliz de la gran alegría, de la fiesta verdadera que todos anhelamos, el cáliz rebosante del vino de su amor".

  El  Santo Padre afirmó que lo sucedido en la última Cena y que, "desde entonces, se renueva cada vez que celebramos la Eucaristía" es que "Dios, el Dios vivo establece con nosotros una comunión de paz, más aún, Él crea una "consanguinidad" entre Él y nosotros. (…) La sangre de Jesús es su amor, en el que la vida divina y la humana se han hecho una cosa sola".

  "Pidamos al Señor -terminó- que comprendamos cada vez más la grandeza de este misterio. Que Él despliegue su fuerza trasformadora en nuestro interior, de modo que lleguemos a ser realmente consanguíneos de Jesús, llenos de su paz y, así, también en comunión unos con otros".
BXVI-SEMANA SANTA/JUEVES SANTO/…             VIS 20090415 (950)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Copyright © VIS - Vatican Information Service