CIUDAD DEL VATICANO, 1 MAR 2009 (VIS).-La iglesia ortodoxa rusa de San Nicolás en Bari (Italia) se entregó hoy durante una ceremonia solemne al Patriarcado de Moscú. Durante el acto, el cardenal Salvatore De Giorgi, arzobispo emérito de Palermo (Italia), leyó un mensaje del Santo Padre.
El Papa escribe que el pueblo ruso nunca ha dejado de manifestar su amor por este gran santo, que lo ha sostenido siempre en los momentos de alegría y de dificultad, como atestigua la iglesia ortodoxa rusa de San Nicolás, construida a principios del siglo pasado para los peregrinos que, especialmente en los viajes a Tierra Santa, hacían una etapa en Bari, punto de encuentro entre Oriente y Occidente, para venerar las reliquias del santo.
"No se puede por menos que reconocer -leyó el cardenal-, que esta hermosa iglesia despierta en nosotros la nostalgia por la unidad plena y mantiene vivo el compromiso de trabajar por la unión entre todos los discípulos de Cristo".
En el texto, Benedicto XVI renueva sus mejores deseos al Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Kirill y pide "que el Espíritu Santo ilumine su ministerio".
Durante la ceremonia -prevista inicialmente el pasado 6 de diciembre, festividad de San Nicolás, pero aplazada a causa de la muerte del Patriarca Alexis II- el presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, entregó simbólicamente las llaves de la iglesia ortodoxa de San Nicolás al presidente de la Federación Rusa, Dimitry Medvedev.
MESS/DEVOLUCION IGLESIA SAN NICOLAS/BARI VIS 20090302 (260)
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