CIUDAD DEL VATICANO, 6 JUN 2008 (VIS).-El arzobispo Silvano Tomasi, C.S., observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas y las Organizaciones Internacionales en Ginebra, pronunció un discurso el pasado 30 de mayo en Dublín (Irlanda), al final de la Conferencia Diplomática sobre las bombas de racimo.
El jefe de la delegación de la Santa Sede en esta conferencia, que se celebró del 19 al 30 de mayo, manifestó su alegría porque "la protección y el cuidado de las víctimas de las bombas de racimo, la prevención de su sufrimiento y la suma de un nuevo capítulo a este respecto en el derecho humanitario internacional, eran objetivos claros y convincentes de la Santa Sede desde el inicio del proceso que ha conducido a esta conferencia diplomática. Y esos objetivos se han alcanzado".
El arzobispo Tomasi destacó tres de los resultados positivos de esta nueva convención que prohíbe estas armas: "el primero -dijo-, que se prestará una mayor atención a las víctimas de las bombas de racimo, incluyendo a sus familias y comunidades".
En segundo lugar, la nueva convención reconoce "la contribución y el papel específico de los principales actores" (Estados parte, organismos de las Naciones Unidas, Organizaciones Internacionales, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la sociedad civil) "que proporcionan ayuda a las víctimas, así como cooperación humana, financiera y técnica".
El observador permanente de la Santa Sede subrayó por último que "la nueva convención es un logro en sí misma, pero también es un mensaje positivo para que la comunidad internacional se esfuerce en las negociaciones sobre el desarme y el control de las armas en su conjunto".
El pasado 4 de junio, el arzobispo Tomasi pronunció un discurso, que también se hizo público hoy, durante la VIII Sesión del Consejo de Derechos Humanos, que se celebró en Ginebra.
"El valor universal de la dignidad humana -dijo- requiere la promoción y protección de todos los derechos humanos sin distinción de ningún tipo". Refiriéndose al nuevo Protocolo Opcional al Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, afirmó que "representa un paso positivo hacia un justo orden social e internacional".
El observador permanente puso de relieve que el nuevo Protocolo Opcional, "ofrece la posibilidad a los individuos y a los grupos de buscar la justicia frente a las violaciones y por tanto, refuerza los mecanismos existentes para una supervisión eficaz de la actividad de los Estados".
DELSS/BOMBAS RACIMO:DERECHOS HUMANOS/TOMASI VIS 20080606 (400)
El jefe de la delegación de la Santa Sede en esta conferencia, que se celebró del 19 al 30 de mayo, manifestó su alegría porque "la protección y el cuidado de las víctimas de las bombas de racimo, la prevención de su sufrimiento y la suma de un nuevo capítulo a este respecto en el derecho humanitario internacional, eran objetivos claros y convincentes de la Santa Sede desde el inicio del proceso que ha conducido a esta conferencia diplomática. Y esos objetivos se han alcanzado".
El arzobispo Tomasi destacó tres de los resultados positivos de esta nueva convención que prohíbe estas armas: "el primero -dijo-, que se prestará una mayor atención a las víctimas de las bombas de racimo, incluyendo a sus familias y comunidades".
En segundo lugar, la nueva convención reconoce "la contribución y el papel específico de los principales actores" (Estados parte, organismos de las Naciones Unidas, Organizaciones Internacionales, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la sociedad civil) "que proporcionan ayuda a las víctimas, así como cooperación humana, financiera y técnica".
El observador permanente de la Santa Sede subrayó por último que "la nueva convención es un logro en sí misma, pero también es un mensaje positivo para que la comunidad internacional se esfuerce en las negociaciones sobre el desarme y el control de las armas en su conjunto".
El pasado 4 de junio, el arzobispo Tomasi pronunció un discurso, que también se hizo público hoy, durante la VIII Sesión del Consejo de Derechos Humanos, que se celebró en Ginebra.
"El valor universal de la dignidad humana -dijo- requiere la promoción y protección de todos los derechos humanos sin distinción de ningún tipo". Refiriéndose al nuevo Protocolo Opcional al Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, afirmó que "representa un paso positivo hacia un justo orden social e internacional".
El observador permanente puso de relieve que el nuevo Protocolo Opcional, "ofrece la posibilidad a los individuos y a los grupos de buscar la justicia frente a las violaciones y por tanto, refuerza los mecanismos existentes para una supervisión eficaz de la actividad de los Estados".
DELSS/BOMBAS RACIMO:DERECHOS HUMANOS/TOMASI VIS 20080606 (400)
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