CIUDAD DEL VATICANO, 31 MAY 2008 (VIS).-El Santo Padre recibió este mediodía a los miembros de la Fundación "Centesimus Annus-Pro Pontifice", que acaban de concluir su reunión anual, centrada este año en el tema: "El capital social y el desarrollo humano".
El Papa afirmó que en estos días habían reflexionado sobre la necesidad de "promover un desarrollo global atento a la promoción integral del ser humano, poniendo de relieve la contribución que pueden aportar asociaciones de voluntariado y fundaciones sin ánimo de lucro y otros sujetos comunitarios nacidos con el objetivo de que el tejido social sea cada vez más solidario".
El Papa afirmó que en estos días habían reflexionado sobre la necesidad de "promover un desarrollo global atento a la promoción integral del ser humano, poniendo de relieve la contribución que pueden aportar asociaciones de voluntariado y fundaciones sin ánimo de lucro y otros sujetos comunitarios nacidos con el objetivo de que el tejido social sea cada vez más solidario".
"El desarrollo económico es posible -continuó- si las decisiones económicas y políticas tienen en cuenta aquellos principios fundamentales que lo hacen accesible a todos; los principios de subsidiariedad y solidaridad". Asimismo, subrayó la necesidad de que la persona ocupe "el centro de todo programa económico" y que gracias a "una cultura compartida de la participación responsable no se sienta excluida o sea un testigo pasivo en el proceso de desarrollo mundial, sino un colaborador activo".
Benedicto XVI subrayó que "hay que evitar que el provecho sea solamente individual o que formas de colectivismo opriman la libertad personal. El interés económico o comercial nunca debe ser exclusivo, porque acabaría por ofender a la dignidad humana".
"El gran desafío actual -dijo- es "globalizar" no solo los interesantes económicos o comerciales, sino también las expectativas de solidaridad, respetando y valorando la aportación de cada miembro de la sociedad".
El Papa dio las gracias a los miembros de la fundación por su "apoyo generoso e incansable a las actividades de caridad y de promoción humana de la Iglesia" y les invitó a contribuir con su reflexión "a la realización de un orden económico mundial justo".
"En el último día, en el día del Juicio universal -terminó- se nos pedirá cuentas sobre si hemos usado lo que Dios ha puesto a nuestra disposición para responder a las esperanzas legítimas y a las necesidades de nuestros hermanos, especialmente de los más pequeños y necesitados".
AC/.../CENTESIMUS ANNUS VIS 20080602 (330)
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