CIUDAD DEL VATICANO, 9 MAY 2008 (VIS).-El Papa recibió esta mañana a Su Santidad Karekin II, patriarca supremo y Catholicos de todos los Armenios y posteriormente saludó a los obispos, provenientes de diferentes países, que forman parte de la delegación del patriarca.
Al mediodía, en la Sala Clementina, el Santo Padre presidió la celebración de la Hora Intermedia, a la que también asistieron además de Karekin II, los obispos armenios y un grupo de fieles armenios apostólicos de varios países de Oriente y de Occidente.
Después del saludo del patriarca, el Papa pronunció un discurso. Refiriéndose a la próxima solemnidad de Pentecostés, Benedicto XVI afirmó que en ese día "rezaremos de modo particular por la unidad de la Iglesia. (...) Si nuestros corazones y mentes se abren al Espíritu de comunión, Dios puede obrar milagros nuevamente en la Iglesia y restablecer los vínculos de unidad. El esfuerzo por alcanzar la unidad de los cristianos es un acto de confianza obediente a la obra del Espíritu Santo, que conduce a la Iglesia a la realización plena del plan del Padre, de acuerdo con la voluntad de Cristo".
El Santo Padre señaló a continuación que "la reciente historia de la Iglesia Apostólica Armenia ha vivido los contrastes de la persecución y del martirio, de la oscuridad y de la esperanza, de la humillación y del renacimiento espiritual". Sin embargo, continuó, "el restablecimiento de la libertad para la Iglesia en Armenia ha sido una fuente de gran alegría para todos nosotros. Sobre vuestros hombros se cargó una inmensa tarea de reconstrucción de la Iglesia" y en poco tiempo se han alcanzado "resultados pastorales extraordinarios".
"Gracias a vuestra guía pastoral -aseguró el Papa-, la luz gloriosa de Cristo brilla de nuevo en Armenia y las palabras salvadoras del Evangelio pueden ser escuchadas una vez más. Por supuesto, estáis afrontando muchos desafíos en los ámbitos social, cultural y espiritual. En este contexto -añadió-, debo mencionar las recientes dificultades que ha sufrido el pueblo de Armenia, y expreso el apoyo de la oración de la Iglesia católica en su búsqueda de la justicia y de la paz y en la promoción del bien común".
Benedicto XVI subrayó que en el diálogo ecuménico "se han realizado importantes progresos para aclarar las controversias doctrinales que tradicionalmente nos han dividido, en particular, las cuestiones sobre Cristología. Durante los últimos cinco años, se ha avanzado mucho gracias a la Comisión conjunta para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales, de la que es miembro a pleno título el Catholicosado de todos los armenios".
"Pidamos para que esta actividad -terminó- nos una más estrechamente a la comunión plena y visible, y para que se aproxime el día en que nuestra unidad en la fe haga posible la celebración común de la Eucaristía. (...) El diálogo teológico sólo conducirá a la unidad que el Señor desea para sus discípulos si es sostenido por la oración y por la cooperación efectiva".
AC/UNIDAD/KAREKIN II VIS 20080509 (460)
Al mediodía, en la Sala Clementina, el Santo Padre presidió la celebración de la Hora Intermedia, a la que también asistieron además de Karekin II, los obispos armenios y un grupo de fieles armenios apostólicos de varios países de Oriente y de Occidente.
Después del saludo del patriarca, el Papa pronunció un discurso. Refiriéndose a la próxima solemnidad de Pentecostés, Benedicto XVI afirmó que en ese día "rezaremos de modo particular por la unidad de la Iglesia. (...) Si nuestros corazones y mentes se abren al Espíritu de comunión, Dios puede obrar milagros nuevamente en la Iglesia y restablecer los vínculos de unidad. El esfuerzo por alcanzar la unidad de los cristianos es un acto de confianza obediente a la obra del Espíritu Santo, que conduce a la Iglesia a la realización plena del plan del Padre, de acuerdo con la voluntad de Cristo".
El Santo Padre señaló a continuación que "la reciente historia de la Iglesia Apostólica Armenia ha vivido los contrastes de la persecución y del martirio, de la oscuridad y de la esperanza, de la humillación y del renacimiento espiritual". Sin embargo, continuó, "el restablecimiento de la libertad para la Iglesia en Armenia ha sido una fuente de gran alegría para todos nosotros. Sobre vuestros hombros se cargó una inmensa tarea de reconstrucción de la Iglesia" y en poco tiempo se han alcanzado "resultados pastorales extraordinarios".
"Gracias a vuestra guía pastoral -aseguró el Papa-, la luz gloriosa de Cristo brilla de nuevo en Armenia y las palabras salvadoras del Evangelio pueden ser escuchadas una vez más. Por supuesto, estáis afrontando muchos desafíos en los ámbitos social, cultural y espiritual. En este contexto -añadió-, debo mencionar las recientes dificultades que ha sufrido el pueblo de Armenia, y expreso el apoyo de la oración de la Iglesia católica en su búsqueda de la justicia y de la paz y en la promoción del bien común".
Benedicto XVI subrayó que en el diálogo ecuménico "se han realizado importantes progresos para aclarar las controversias doctrinales que tradicionalmente nos han dividido, en particular, las cuestiones sobre Cristología. Durante los últimos cinco años, se ha avanzado mucho gracias a la Comisión conjunta para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales, de la que es miembro a pleno título el Catholicosado de todos los armenios".
"Pidamos para que esta actividad -terminó- nos una más estrechamente a la comunión plena y visible, y para que se aproxime el día en que nuestra unidad en la fe haga posible la celebración común de la Eucaristía. (...) El diálogo teológico sólo conducirá a la unidad que el Señor desea para sus discípulos si es sostenido por la oración y por la cooperación efectiva".
AC/UNIDAD/KAREKIN II VIS 20080509 (460)
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