CIUDAD DEL VATICANO, 22 ABR 2008 (VIS).-El arzobispo Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, pronunció un discurso el pasado 9 de abril ante la 41 Sesión de la Comisión sobre Población y Desarrollo del Consejo Económico y Social.
El arzobispo Migliore afirmó que "la migración y la urbanización de las sociedades no se debe medir solamente en términos de impacto económico. Al buscar los modos para afrontar los serios desafíos que plantean las migraciones masivas internas y transnacionales, no hay que olvidar que el centro de este fenómeno es la persona humana".
"Con el nacimiento de las grandes metrópolis, surgen nuevos problemas medioambientales, sociales y económicos. Pero una de las consecuencias más dolorosas de la rápida urbanización es el aumento de las personas que viven en los suburbios urbanos. En 2005, más de 840 millones de personas en todo el mundo vivían en estas condiciones".
Tras poner de relieve que estas personas "acaban siendo atrapadas en un círculo vicioso de pobreza extrema y marginación" y "se sienten impotentes para exigir incluso los servicios públicos más elementales", el nuncio apostólico señaló que "las autoridades políticas y la sociedad civil, a la hora de tomar decisiones, deben incluir entre sus prioridades a esas personas y sus necesidades".
El arzobispo Migliore subrayó que "si se quieren alcanzar los objetivos del Milenio (Millennium Goals)" de reducir a la mitad, para el año 2015, el número de pobres, "hay que mostrar una mayor atención hacia las comunidades rurales, en las que aproximadamente 675 millones siguen sin tener acceso al agua potable y dos billones no gozan de servicios de higiene básica. Las políticas a nivel nacional e internacional deberían asegurar que las comunidades rurales puedan disfrutar de servicios sociales de mayor calidad y más asequibles".
DELSS/URBANIZACION:DESARROLLO/ONU:MIGLIORE VIS 20080422 (300)
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