CIUDAD DEL VATICANO 27 FEB 2008 (VIS).-El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, regresó ayer tarde al Vaticano después de un viaje de seis días a Cuba para conmemorar el décimo aniversario de la visita de Juan Pablo II a ese país, como recordó el 21 de febrero Benedicto XVI en un mensaje enviado al episcopado cubano.
El pasado lunes, 25 de febrero, el cardenal secretario de Estado se entrevistó con el ministro de Exteriores, Felipe Pérez Roque y al final del coloquio precisó que tanto el nuevo presidente de Cuba, Raúl Castro, como el consejo de Estado cubano y la Iglesia Católica quieren responder a las necesidades del pueblo cubano, "habida cuenta de las dificultades, sobre todo del embargo económico", que se mantiene contra Cuba desde hace 45 años y que el cardenal, repitiendo las palabras de Juan Pablo II, calificó como "injusto y éticamente inaceptable". Hace diez años, el pontífice subrayaba que el embargo era "una opresión para el pueblo cubano" y no "un medio para ayudar al pueblo cubano a conquistar su dignidad e independencia", además de "una violación de la independencia del pueblo".
El purpurado, respondiendo a las preguntas de los periodistas, afirmó también que no había solicitado al gobierno cubano una amnistía, sino "gestos de reconciliación", y añadió que la Iglesia considera "un gesto positivo" la liberación de los presos por delitos de opinión.
El secretario de Estado especificó por otra parte que había pedido personalmente al gobierno de Estados Unidos que facilitase la reunión de los cubanos emigrados con los familiares que se habían quedado en la isla, asegurando que sería un gesto humanitario y que se estaban haciendo todos los esfuerzos posibles para conseguirlo.
La reunión con el nuevo presidente, Raúl Castro, ayer por la tarde, fue el colofón del viaje del cardenal Bertone a Cuba.
.../VISITA CUBA:EMBARGO/BERTONE VIS 20080227 (320)
El pasado lunes, 25 de febrero, el cardenal secretario de Estado se entrevistó con el ministro de Exteriores, Felipe Pérez Roque y al final del coloquio precisó que tanto el nuevo presidente de Cuba, Raúl Castro, como el consejo de Estado cubano y la Iglesia Católica quieren responder a las necesidades del pueblo cubano, "habida cuenta de las dificultades, sobre todo del embargo económico", que se mantiene contra Cuba desde hace 45 años y que el cardenal, repitiendo las palabras de Juan Pablo II, calificó como "injusto y éticamente inaceptable". Hace diez años, el pontífice subrayaba que el embargo era "una opresión para el pueblo cubano" y no "un medio para ayudar al pueblo cubano a conquistar su dignidad e independencia", además de "una violación de la independencia del pueblo".
El purpurado, respondiendo a las preguntas de los periodistas, afirmó también que no había solicitado al gobierno cubano una amnistía, sino "gestos de reconciliación", y añadió que la Iglesia considera "un gesto positivo" la liberación de los presos por delitos de opinión.
El secretario de Estado especificó por otra parte que había pedido personalmente al gobierno de Estados Unidos que facilitase la reunión de los cubanos emigrados con los familiares que se habían quedado en la isla, asegurando que sería un gesto humanitario y que se estaban haciendo todos los esfuerzos posibles para conseguirlo.
La reunión con el nuevo presidente, Raúl Castro, ayer por la tarde, fue el colofón del viaje del cardenal Bertone a Cuba.
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